Al menos 38 personas murieron en dos avalanchas de nieve el martes y el miércoles al este de Turquía.
Lee más: Qué es y cómo se formó el “tsunami de hielo” que sorprendió las cercanías del río Niágara
El martes por la noche una primera avalancha en Bahcesaray, provincia de Van, golpeó a un minibús que transportaba unos 15 pasajeros. La tragedia se saldó con cinco muertos, ocho heridos y dos desaparecidos, según las autoridades locales.
Después del desastre, unos 300 socorristas y aldeanos llegaron al lugar en búsqueda de supervivientes. La segunda avalancha se produjo el miércoles al mediodía en el mismo lugar, cuando las operaciones de rescate estaban en curso.
Según la Agencia Gubernamental de Situaciones de Desastre (AFAD), en la segunda avalancha murieron 33 personas, muchos de ellas socorristas, y 53 resultaron heridas. El balance provisorio de ambos desastres es de 38 muertos y 61 heridos.
El presidente turco Recep Tayyip Erdogan envió sus condolencias a los familiares de las víctimas durante un discurso en Kirikale (centro del país).
Las imágenes difundidas por los medios de comunicación mostraban vehículos equipados con grandes ruedas todoterreno volcados por la fuerza del alud. Varias decenas de socorristas utilizaban frenéticamente excavadoras en busca de supervivientes, mientras una ventisca azotaba la región, reduciendo la visibilidad y dificultando el acceso.
Según los medios de comunicación turcos, en la operación participaban equipos de la AFAD, gendarmes y bomberos, apoyados por habitantes de las aldeas de la región.
Los supervivientes fueron evacuados del lugar en camillas arrastradas sobre la nieve, según imágenes televisivas. El ministerio de Defensa informó que un avión despegó de Ankara por la tarde hacia Van, con vehículos especializados y 85 socorristas y gendarmes a bordo, para prestar asistencia.
Difícil acceso
El ministro turco de Sanidad, Fahrettin Koca, advirtió que el balance podría aumentar.
El número de personas que permanecían atrapadas en la nieve se desconoce hasta el momento. La región en la que se produjeron las dos avalanchas es una zona montañosa situada en el extremo oriental de Turquía, de difícil acceso y donde las condiciones climáticas son duras en invierno.
La primera avalancha, el martes, también se llevó a una máquina de construcción, cuyo conductor logró escapar y dar la alarma.
Turquía, conocida por sus playas de arena fina, es también un país muy montañoso. Cada invierno, los pueblos del este y el noreste están aislados del resto del mundo debido a las abundantes nevadas.
Muchos turistas visitan cada año la región de Van, atraídos por su patrimonio histórico, su lago y sus famosos gatos blancos de ojos de diferentes colores.