Miles de personas salieron a la calle este viernes en diferentes ciudades de Australia para protestar contra el gobierno del primer ministro, Scott Morrison, y sus políticas medioambientales ante la terrible situación provocada en el país por los virulentos incendios forestales registrados durante los últimos meses.
Los manifestantes, que han criticado a políticos y agentes de la Policía por decir que los recursos tendrían que ser retirados de los frentes de fuego para gestionar las marchas, han hecho hincapié en la mala gestión de los incendios por parte de las autoridades en los estados de Nueva Gales del Sur, Victoria y Australia Meridional.
La agrupación Estudiantes Universitarios para la Justicia Climática ha convocado las protestas con el objetivo de bloquear el centro de las principales ciudades del país a hora punta.
La organización ha señalado que quieren “echar a ‘Scomo'” (Scott Morrison) y garantizar que se compensa a aquellos bomberos voluntarios y se establecen viviendas de emergencia e indemnizaciones a los que pagan de “su propio bolsillo” el alojamiento una vez sus casas han sido calcinadas.
Así, han exigido al gobierno que ponga fin a un millonario subsidio aplicado a los combustibles fósiles.
En la localidad de Sídney, miles de manifestantes han rodeado el Ayuntamiento. Varios testigos han relatado a la cadena de televisión ABC que se trata de la primera manifestación a la que acuden debido a su descontento por la situación acuciante del cambio climático y los incendios.
El año más caluroso
Las protestas tienen lugar días después de que la Agencia de Meteorología del país señalara que Australia vivió en 2019 su año de mayor calor y sequía, algo que estaría relacionado con los incendios forestales.
Australia atraviesa enésimo día de incendios bajo condiciones climáticas “extremas”, con previsiones para el fin de semana que superarán los 40 grados centígrados y vientos de hasta 90 kilómetros por hora en muchas áreas rurales, situaciones que llevan dificultando la extinción de un fuego que ya ha devorado unos 10 millones de hectáreas en todo el país.
Morrison ha alertado este viernes de que será “un día difícil para los estados del este” y de que todavía está “muy lejos el final de esta crisis”.
El primer ministro conservador también ha confirmado que tanto la Marina como el Ejército continuarán colaborando en el intento de extinción de los 134 incendios que continúan todavía activos en Nueva Gales del Sur, 53 de ellos sin contener.
Los incendios han provocado ya al menos 24 víctimas mortales y cuatro bomberos más han resultado heridos en los más de 200 incendios de los estados de Nueva Gales del Sur y Victoria.
Además, al menos seis personas siguen desaparecidas en Victoria, donde hay al menos 50 incendios en curso. En Nueva Gales del Sur, las autoridades están intentando despejar un área de 14,000 kilómetros.