Manifestantes atacaron este martes la embajada estadounidense en Bagdad en protesta por los bombardeos de Estados Unidos contra una facción proiraní en los que murieron al menos a 25 combatientes iraquíes el fin de semana, constataron periodistas de la AFP.
Miles de personas atravesaron los puestos de control que normalmente restringen el acceso a la Zona Verde de alta seguridad, donde está la embajada, gritando “Muerte a Estados Unidos”.
Las fuerzas de seguridad se desplegaron delante de las puertas de la embajada, mientras que los manifestantes quemaron banderas estadounidenses y arrancaron las cámaras de seguridad.
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Los manifestantes iban vestidos con el uniforme de combatientes de las Fuerzas de Movilización Popular, una coalición de paramilitares dominada por facciones chiitas proiraníes a la que pertenecen las brigadas de Hezbolá, la facción atacada en los bombardeos.
Algunas mujeres con banderas iraquíes y de las Fuerzas de Movilización Popular también participaron en la protesta.
Con pancartas que rezaban “El Parlamento debe expulsar a las tropas estadounidenses, si no, nosotros las echaremos” o “Cierren la embajada estadounidense de Bagdad”. Gritaban: “Estados Unidos es el gran Satán”.
Bombardeos
Los bombardeos, que Washington ordenó en represalia por la muerte de un contratista estadounidense en un ataque con cohetes contra una base en Irak, atizaron el sentimiento antiestadounidense.
El ataque con cohetes no fue reivindicado, pero Estados Unidos lo achacó a la facción chiita de las brigadas de Hezbolá.
Las Fuerzas de Movilización Popular, que ayudaron al poder iraquí en la lucha contra los yihadistas, fueron integradas en el ejército del país.
Reacción de Trump
Estados Unidos envió el martes refuerzos para proteger su embajada en Bagdad, atacada por miles de iraquíes pro-Irán, que acto seguido iniciaron una sentada para protestar contra bombardeos estadounidenses.
El presidente estadounidense, Donald Trump, que llamó personalmente al primer ministro iraquí, acusó de inmediato a Irán de haber “orquestado” un “ataque” del que será considerado “plenamente responsable” y por el que pagará “un alto precio”.
….Iran will be held fully responsible for lives lost, or damage incurred, at any of our facilities. They will pay a very BIG PRICE! This is not a Warning, it is a Threat. Happy New Year!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) December 31, 2019
Teherán denunció por su parte la “audacia” de Washington al responsabilizarle de las manifestaciones de los iraquíes.
Una vez más, los dos aliados de Irak -enemigos acérrimos entre sí- despertaron el temor a una escalada en el país, escenario desde hace tres meses de una revuelta popular inédita.
Trump exhortó a Irak a “proteger la embajada” cuyo ataque fue condenado por el presidente iraquí, Barham Saleh. El secretario de Estado, Mike Pompeo, advirtió a Bagdad que “Estados Unidos protegerá y defenderá a sus ciudadanos”.
Si bien un helicóptero con marines aterrizó en el recinto gigantesco de la embajada, “no hay ningún plan para evacuar” la cancillería, aseguró un portavoz del departamento de Estado en una declaración comunicada a la prensa.
El embajador estadounidense, Unis Matt Tueller, ausente por un “viaje personal”, se disponía a regresar a la cancillería en la capital iraquí, añadió.