Transportes ralentizados o prácticamente inexistentes y recaudación de dinero como regalo para los huelguistas. Este día de Navidad en Francia marca el final de la tercera semana ininterrumpida de paro contra la reforma de las pensiones, que intenta buscar otro impulso.
Menos mal que Papá Noel reparte los regalos en trineo y no en tren, porque este 25 de diciembre, 21ª jornada de huelga en los transportes, el tráfico de trenes y transporte público parisino sigue muy limitado o completamente interrumpido.
En las grandes estaciones parisinas, hasta los trenes de alta velocidad han remoloneado esta mañana: ni salidas ni llegadas “antes de primera hora de la tarde”, advirtió la compañía nacional ferroviaria SNCF.
En París, la mayoría de las estaciones de metro están cerradas este miércoles y sólo las dos líneas automatizadas, que funcionan sin conductor, y uno de los accesos al aeropuerto de Orly circulaban con normalidad. Las otras 14 líneas estaban cerradas y el tren de cercanías RER apenas brindaba frecuencia y sólo por tramos.
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Se trata de una configuración poco habitual para los turistas, y también para algunos huelguistas. “En circunstancias normales nunca descansamos los dos días de fiesta en Navidad (…), normalmente pasamos una de las dos fiestas lejos de nuestra familia y amigos”, explicó este martes Raffi Kaya, conductor de tren y militante del grupo de sindicatos SUD, que participa en una “comida de huelguistas” en París.
Estos “banquetes de Navidad”, que han sido organizados en varias partes de Francia por iniciativa sindical para “mantener la llama” viva, permiten encuentros entre sindicalistas y huelguistas de diferentes regiones.
“Apoyo moral”
A las puertas de la cuarta semana de huelga, ‘aguantar’ se convierte en la palabra clave. “Estamos en un momento bisagra”, explica Raffi Kaya.
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Bajo el árbol de Navidad de los huelguistas varios cheques de solidaridad han sido depositados, y el martes el sindicato Info’Com-CGT entregó a los trabajadores de la RATP un cheque de 250,000 euros de su fondo de solidaridad.
La próxima fecha clave para los huelguistas es el próximo sábado 28, con una jornada de acciones descentralizadas convocada en todo el país.
La reforma de pensiones pretende fusionar en un sistema “universal” los 42 regímenes de pensiones existentes y, en particular, suprimir los “regímenes especiales”, entre ellos los de la RATP (metro parisino) y de la SNCF (sistema ferroviario), que permite a sus empleados dejar de trabajar antes de la edad mínima respecto a otros.
La próxima cita de los aliados sociales contra el ejecutivo está fijada para el 7 de enero, inicio de una serie de reuniones temáticas previstas antes de la presentación de un proyecto de ley en el Consejo de ministros, el 22 de enero.
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Sin tregua y con un gobierno en vacaciones, ¿durará la huelga hasta Año Nuevo?
“Cuando hemos perdido 20 o 25 días de salario, no nos vamos a parar ahora sólo porque es Año Nuevo”, dijo el martes el secretario general del sindicato de ferroviarios, Laurent Brun, en una entrevista al diario L’Humanité.
Los profesores podrían sumarse también a comienzos de año a la huelga, así como algunas profesiones liberales que disponen de regímenes autónomos, reagrupados en un colectivo llamado SOS Retraite (SOS jubilaciones), que ha llamado a una huelga para el 3 de enero. Entre los convocados se encuentran también médicos, abogados, pilotos y asistentes de vuelo.