Los grandes simios que viven hoy día superan a los prehumanos en el departamento cerebral. Esto según una investigación publicada en Proceedings of the Royal Society B el miércoles.
Los hallazgos desafían las presunciones tradicionales de que el cerebro de mayor tamaño de Lucy y otras de las especies de Australopithecus prehumanas implica que eran más inteligentes que los grandes simios de hoy día, un grupo que incluye gorilas, orangutanes y chimpancés.
“Por lo general, se ha asumido que la inteligencia está relacionada directamente con el tamaño del cerebro”, dijo en una declaración Roger Seymour, autor principal y profesor de la Escuela de Ciencias Biológicas en la Universidad de Adelaida, Australia.
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La investigación fue llevada a cabo por científicos de la Universidad de Adelaida junto con académicos de la Universidad del Witwatersrand en Sudáfrica, y se centró en la tasa de flujo sanguíneo a las áreas del cerebro asociadas con la cognición.
Esto fue medido a través del tamaño de los agujeros en varios cráneos que habrían conectado la arteria carótida interna al cerebro, una técnica que ha sido validada mediante el estudio del flujo sanguíneo y los agujeros en el cráneo de humanos y otros mamíferos (incluidos ratones y ratas), dicen los investigadores.
“Al principio, el tamaño del cerebro parece razonable porque es una medida de la cantidad de células cerebrales, llamadas neuronas”, dijo Seymour.
“Sin embargo, pensándolo bien, la cognición no solo depende de la cantidad de neuronas, sino también de la cantidad de conexiones entres ellas, llamadas sinapsis. Estas conexiones gobiernan el flujo de información dentro del cerebro y una mayor actividad sináptica da por resultado un mayor procesamiento de información”.
Por ejemplo, el cerebro humano gasta 70 por ciento de su energía en actividad sináptica.
“Se sabe que el cerebro humano grande se ve como el cerebro agrandado de un primate en términos de tamaño y neuronas. Sin embargo, el estudio muestra que el flujo sanguíneo cerebral de los ancestros humanos entra muy por debajo de los datos derivados de los modernos primates no humanos”, comentó Seymour.
Los investigadores hallaron que grandes simios, como la gorila Koko, quienes aprendieron a comunicarse usando lenguaje de señas (y más de 1,000 signos), tenían una tasa estimada de flujo sanguíneo que era aproximadamente del doble de la de Lucy, sugiriendo que ella y otros grandes simios son más inteligentes que nuestro ancestro de hace 3 millones de años. Según el Museo Smithsoniano de Historia Natural, los Australopithecus, como Lucy, habitaron en áreas del este de África en lo que ahora es Etiopía, Kenia y Tanzania.
“Dado que la tasa de flujo sanguíneo podría ser una mejor medición de la capacidad de procesamiento de información que solo el tamaño del cerebro, Koko parece haber sido más inteligente”, dijo Seymour.
Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek