Un hombre de California fue corneado brutalmente durante el encierro de toros en Pamplona tras desobedecer las reglas que prohíben filmar o tomar fotografías durante este evento anual.
Jaime Álvarez, abogado defensor público de San Francisco, continúa en estado delicado después de una operación quirúrgica de más de dos horas.
Este domingo, tras completar el recorrido de 850 metros a través de Pamplona, Álvarez, de 46 años, creyó que no corría ningún riesgo al tomarse un video selfie. Sin embargo, uno de los toros arremetió inesperadamente contra él, clavándole un cuerno en el lado derecho del cuello.
“La alegría y la emoción de estar en el encierro de toros rápidamente se convirtió en susto, en un temor real por mi vida”, declaró Álvarez a The Associated Press. “En unos cuantos segundos, me pasó por la mente un millón de pensamientos, y el de la muerte fue, definitivamente, uno de ellos”.
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Álvarez admite que su esposa y su hija trataron de convencerlo de no participar en este icónico evento, que atrae a cerca de un millón de personas cada año. Ellas veían al hijo de Álvarez jugando fútbol soccer en otra parte de España cuando ocurrió el incidente.
Jaime Alvarez says he went from taking a victory selfie to having ‘real fear for my life.’ https://t.co/3za7bIbB3G
— Wyoming State Bar (@WyomingStateBar) 10 de julio de 2019
Álvarez trepó a una cerca para protegerse, y volvió a la arena cuando pensó que los toros ya habían pasado. Señala que simplemente trataba de grabar “un video de cinco segundos para decir ‘Aquí estoy, lo hice’” cuando un toro arremetió directamente contra él.
“El impacto no se parece a nada que haya sentido antes. Es como ser golpeado por un auto o por un camión”, dijo Álvarez. Estaba fuera de mí, realmente aturdido, no sabía a dónde ir”.
Fue evacuado rápidamente por los paramédicos, quienes lo llevaron al hospital local. El cuerno penetró profundamente en su cuello y le fracturó el pómulo; los médicos dicen que fue algo “más allá de todo milagro” que no le hubiera perforado la yugular.
El encierro del domingo produjo otras víctimas: dos hombres fueron corneados en el muslo mientras que otros tres participantes requirieron hospitalización. En el encierro del lunes y el martes, otros seis hombres fueron gravemente heridos.
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Desde 1910, al menos 15 personas han muerto como consecuencia de heridas sufridas en los encierros.
Con el auge de los teléfonos móviles con cámara y de las “selfies“, Pamplona ha aprobado ordenanzas en las que es ilegal tomar video o fotografías del encierro, e incluso sostener un dispositivo, ya que ello podría distraer al corredor o a otras personas de buscar un lugar seguro durante el encierro. Quienes violen esta regla podrían ser sujetos a multas de hasta 14,000 dólares (3,000 euros).
En 2014, poco después de aprobada la ley, un hombre que se tomó una “selfie” en el evento fue objeto de persecución por parte de la policía. La televisión estatal española difundió imágenes del culpable, a quien se ve sosteniendo un teléfono en su mano derecha cerca del final de la pista, con los toros a pocos metros detrás de él.
En la celebración, seis toros persiguen a cientos de corredores por toda la ciudad desde el establo hasta la plaza de toros, a partir de las ocho de la mañana, todos los días del 6 al 14 de julio.
El evento, que según la tradición se remonta al siglo XIV, ha enfrentado una creciente oposición en años recientes. Los grupos de defensa de los derechos de los animales afirman que los toros sufren de una extrema tensión que, en algunos casos, llega a ser fatal. En 2002, PETA puso en marcha “el encierro desnudo”, en el que manifestantes sin ropa tomaron las calles de Pamplona dos días antes del inicio de las fiestas de San Fermín.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek