Miembros de la comunidad LGBTTTI de México han sido golpeados e incluso asesinados, y las autoridades competentes no hacen nada.
LA LUCHA DIARIA de una mujer trans en provincia no es nada sencilla sobre todo si su actividad principal es hacer periodismo, activismo y ser defensora de derechos humanos para personas LGBTIQ, promover la no violencia a mujeres y niños y, en general, exponer y abatir la corrupción de políticos y funcionarios corruptos.
Aún recuerdo los ataques sistemáticos que en Hidalgo se dieron contra mi persona y mi lucha por desacreditarme sin ningún otro argumento que mi identidad de género. Todo esto ocurrió en 2011 porque por primera vez en Hidalgo, yo, una mujer Trans, fui postulada a una presidencia municipal (la de Tulancingo). Y esos ataques no vinieron del ciudadano de a pie, con el que a diario colaboro, sino de compañeros de los medios de comunicación que lanzaron ataques homofóbicos con tal de impedir el paso a mi voz ciudadana que ya no callaba la exclusión que a los miembros de la comunidad nos tenían sometidos.
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A pesar de los ataques sistemáticos de la clase política fui avalada por el IEEH para competir y lo hice abriendo una puerta que siempre ha estado abierta para más hombres y mujeres diversos desde nuestra delegación de Agenda LGBT, A. C., que impulsa la inclusión y el respeto a los derechos LGBTIQ que también son Derechos Humanos.
La historia de más de 25 años de activismo se ha visto en los últimos años empañada por tres atentados a balazos que he sufrido por desenmascarar, desde mi trabajo periodístico y en publicaciones en medios nacionales y estatales, a funcionaros ineptos, corruptos e insensibles ante la violencia generalizada, inseguridad incontrolable y corrupción descarada que padecen los hidalguenses y que nunca se ha hecho justicia jurídica porque a la Procuraduría estatal no le interesa dar con los responsables por componendas políticas.
Con motivo de las constantes AGRESIONES de las que hemos sido objeto miembros de la comunidad LGBTTTI —en las que se demuestra Negligencia, Corrupción e Influyentismo de los atacantes, quienes AMPARADOS por las autoridades competentes nos atacan y no son juzgados—, nos han creado actualmente una psicosis por el MIEDO a ser GOLPEADOS o incluso ASESINADOS y las AUTORIDADES COMPETENTES NO HACEN NADA.
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Es necesario en México sumar solidaridad CIUDADANA, hagamos de México un país más incluyente, aunque tenga un precio que es el de la segregación.
