*Ni todos los que son, ni todos los que están… Integrar bases de datos sin apoyo de gobiernos locales ni asociaciones, una labor de casa por casa
*Con recursos que llegan a cuentagotas, destacan retrasos en tarjetas para adultos mayores e incertidumbre para becas de niños y jóvenes
Al margen de aeropuertos, tren maya y cerrar ductos para combatir el “huachicoleo”, el eje de la cuarta transformación se centra en el bienestar social. “Ver por los más pobres, los desprotegidos”, ha sostenido el presidente Andrés Manuel López Obrador, en cada una de sus giras, donde los encuentros populares se enmarcan por recuentos de la histórica corrupción y reclamos de que apoyos y becas no le han llegado a todos.
El 2 de marzo pasado, cuando el Jefe del Ejecutivo estuvo en la capital del estado, puntualizaba que para adultos mayores, había un retraso en la entrega de 30 mil plásticos, ya muy poco según sus cuentas, pues el total era de 180 mil.
Sin embargo, el conteo de la Coordinación Estatal de Programas Sociales, a cargo de Juan Carlos Loera, aún no concluye y ya habla de 238 mil adultos mayores.
El doble de los que tenía registrados la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) cuando el apoyo se otorgaba a personas mayores de 60 años y que no contaran con pensión ni prestación social alguna.
Sólo un ejemplo, en aras de que la iniciativa presidencial defiende que ahora todos los programas sociales se entreguen de mano al beneficiario. Pero, ¿cuántos son? ¿Dónde están? De ahí, la importancia de los censos.
Con las demás vertientes de la política social pasa algo similar. En Chihuahua, al menos no se tiene un punto de partida claro, la distribución de recursos se advierte a paso lento, más del que debiera, ya que la Secretaría de Bienestar ha ignorado los censos ofrecidos por asociaciones civiles, en función del rechazo al intermediarismo.
Lo mismo ha pasado con las bases de datos del gobierno estatal y los municipales, a la sombra de lo que el presidente de la República, ha señalado como poco confiables ya que la corrupción, o en el mejor de los casos, mala administración exhibió el desvío de recursos por décadas.
Partir de cero, según expuso el gobierno federal. La cuestión es que las ramas de la nueva política de bienestar con apoyos para adultos mayores y descapacitados, así como becas para estudiantes y desempleados (jóvenes aprendices), además de los recursos para que las madres trabajadoras paguen por estancias infantiles, revela una danza de cifras y apoyos que fluyen de manera discrecional.
Juan Carlos Loera De la Rosa, coordinador estatal de Programas Sociales, asegura no obstante, que están por hacer el corte de caja.
“Los censos de los programas para apoyar a estudiantes, jóvenes aprendices, hijos de madres trabajadoras, adultos mayores, personas con discapacidad y hasta emprendedores en Chihuahua para que accedan a las ‘tandas’ del Bienestar, están a punto de concluir y los recursos ya están entregándose a los beneficiarios”.
Casa por casa, destaca al apuntar que han ido a corroborar y tomar datos de cada persona, ‘apoyos con rostro’. Mas aún, considera que el avance en los censos de todos los programas en la entidad es del 90 por ciento.
Desde esa óptica, no faltaría sexenio para integrar siquiera los censos y comenzar con la entrega de recursos; “la mayoría ya lo tiene”, a decir del coordinador.
REPORTAJE COMPLETO EN REVISTA #6 DE NEWSWEEK CHIHUAHUA