El Instituto Aguascalentense de las Mujeres (IAM) presentará en próximos días un protocolo que servirá como guía de actuación ante acusaciones de acoso dentro de las instancias de gobierno.
Su titular, Lourdes Elizabeth Murgía Ferrerira adelantó que este protocolo será presentado al gobernador del estado, Martín Orozco Sandoval, una vez sea aprobado por comités internos del instituto.
Debido a que será para uso interno, no se considerarán sanciones legales, pues será decisión de la víctima el seguimiento que le dará a su caso.
“Laboral, de responsabilidad, civil, penal, la víctima puede impulsar cualquiera de estas acciones pero vive con el agresor día con día por lo que es importante salvaguardar la seguridad de la víctima pero también reconocer que si no es cierto se afecta a la otra parte”.
Debido a esto, el protocolo incluirá medidas de seguridad para la protección de datos personales, así como la identidad de víctimas y victimarios, hasta que se delimiten las acciones a seguir por fuera de la dependencia donde haya ocurrido el caso.
Señaló que hasta el momento no han existido denuncias de casos así dentro de la administración gubernamental, “hemos tenido conocimiento de odio pero ninguna denuncia por escrito”.
Reforazarán capacitación a policías municipales
La directora del IAM mencionó también que el Instituto se está enfocando en el reforzamiento de capacitación en temas de acoso callejero hacia las policías municipales del estado, pues se siguen dando casos donde no atienden emergencias del tipo ya que desconocen lo que la misma ley dicta sobre acoso.
“Lo consideran sólo cuando hay un tocamiento ‘si fue un rozón no te pasa nada’ es que no deben de tocarme y eso está invadiendo mi cuerpo y mi privacidad, es muy importante que trabajemos con los cuerpos policiales y se está trabajando pero todavía no logramos penetrar en su totalidad para concientizar esto”, mencionó.
Reconoció también que el tema no se ha socializado tanto debido a que se denuncia muy poco, principalmente por lo difícil que es intentar reconocer al victimario en espacios públicos o si los transeúntes no apoyan en señalar estos actos.