Un ministro indio de alto rango ha propuesto una manera novedosa de ayudar a la industria agrícola de su país: convertir los nutrientes en la orina de la gente en fertilizante.

Nitin Gadkari, el ministro de recursos hidráulicos de India, dijo que su país no necesita seguir importando anualmente los 6 millones de toneladas métricas de urea.

En 2017, Gadkari propuso establecer bancos de orina en los distritos agrícolas para que los granjeros usen el líquido como fertilizante, la cual se les daría a 1 rupia (1.5 centavos de dólar) el litro.

Él dijo durante una reunión en su ciudad natal de Nagpur: “Importamos urea, pero si empezamos a almacenar orina de todo el país, no necesitaremos importar urea”, añadiendo que su plan tenía “muchísimo potencial”, según reportó The Times of India.

Dijo que él mismo recolecta orina en un bote de 50 litros, la cual usa en su jardín y ha hecho que sus plantas crezcan mejor que aquella que solo recibieron agua.

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Sin embargo, dijo que sus idea no han sido aceptadas porque “otras personas no cooperan conmigo porque todas mis ideas son fantásticas”.

En noviembre de 2017, Narendra Modi, primer ministro de India, pidió que se redujera a la mitad el consumo de urea para 2022, según reportó el Indian Express.

Bastian Ester, director de Vuna, una compañía, que usa los nutrientes de la orina en proyectos en toda África y Europa, dijo que las pruebas de campo han mostrado que el fertilizante de orina puede aumentar la fertilidad del suelo y mejorar los cultivos porque es más equilibrada que la mayoría de los fertilizantes sintéticos convencionales.

“Si India empieza a reutilizar los nutrientes de la orina, el país dependerá menos de las importaciones e impulsará su economía propia”, dijo él al South China Morning Post.

Moneycontrol.com informó que la orina humana contiene dos por ciento de urea. Esto significa que se necesitarían 300 millones de toneladas métricas del líquido para compensar los seis millones de toneladas métricas de urea que India importa cada año, una meta que Gadkari cree que es alcanzable en un país de 1,300 millones de habitantes.

El estatus de la orina como un bioproducto fue ilustrado el año pasado cuando unos científicos hicieron ladrillos hechos con el líquido y que podrían usarse para construir edificios sustentables.

Los bioladrillos fueron creados mediante un proceso en el que una encima llamada ureasa descompuso la urea en la orina, a la vez que producía carbonato de calcio. Este se convertía en sólido al mezclarse con arena, según reportó la Journal of Environmental Chemical Engineering.

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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek