La Unión Europea ha incluido a Arabia Saudita en su creciente lista de países que no llevan un control estricto del lavado de dinero y la financiación del terrorismo.
Si los 28 Estados de la UE ratifican la medida, los bancos europeos tendrán que implementar controles más severos para las transacciones que involucren a individuos o instituciones de Arabia Saudita.
“Nuestros estándares contra el lavado de dinero son los más rígidos del mundo, pero debemos asegurarnos de que el dinero sucio de otros países no llegue a nuestro sistema financiero”, explicó Vera Jourova, comisionada europea de Justicia. “El dinero sucio es el alma de la delincuencia organizada y el terrorismo”.
La decisión se da a conocer justo cuando Donald Trump y sus aliados siguen defendiendo a los líderes de Arabia Saudita.
El miércoles 13 de febrero, el Congreso estadounidense aprobó una resolución para retirar al respaldo militar que Estados Unidos brinda a la coalición que encabeza Arabia Saudita en la guerra de Yemen, conflicto que ha desatado una crisis humanitaria y que pone a millones de personas en riesgo de morir de hambre. Aunque la legislación debe enviarse al Senado para someterla a otra votación, Trump ya está amenazando con vetar dicho proyecto de ley.
La semana pasada, la Casa Blanca pasó por alto la fecha límite que había fijado el Congreso para que nombrara al responsable de la muerte de Jamal Khashoggi, el periodista saudí asesinado en octubre de 2018 en el consulado saudita de Estambul, Turquía.
A pesar de que el Congreso y la inteligencia estadounidense han atribuido el homicidio a Mohammad bin Salman, el príncipe heredero de la corona saudí, Trump persiste en poner en duda su culpabilidad. El martes 12 de febrero, Thomas Barrack -aliado de Trump y presidente de su comité inaugural- habló en defensa de Arabia Saudita durante una conferencia con reporteros de Abu Dabi.
“No obstante lo sucedido en Arabia Saudita, las atrocidades de Estados Unidos han sido iguales o peores”, afirmó Barrack.
La determinación de inscribir Arabia Saudita en la lista negra de la Unión Europea se produce en un momento en que varios bancos europeos están enfrentando las consecuencias de importantes escándalos de lavado de dinero.
En mayo del año pasado, la Comisión Europea creó un grupo de trabajo conjunto para “identificar las acciones específicas que deben tomar las autoridades respectivas, con objeto de mejorar la coordinación práctica de la supervisión [contra el lavado de dinero] en las instituciones financieras”.
Muchos bancos europeos hacen negocios con Arabia Saudita. Según sus registros bancarios de 2015, Royal Bank of Scotland realizó transacciones con Arabia Saudita por un valor de aproximado de 169 millones de dólares.
En respuesta a la decisión de la Comisión Europea, el gobierno de Arabia Saudita emitió una declaración afirmando que fortalecerá sus esfuerzos para acabar con el lavado de dinero.
“El compromiso de combatir el lavado de dinero y la financiación del terrorismo es una prioridad estratégica para Arabia Saudita. Seguiremos desarrollando y mejorando nuestros marcos normativos y legislativos para alcanzar ese objetivo”, dijo Mohammed al-Jadaan, ministro de Finanzas de Arabia Saudita, según información de la prensa saudí.
Además de Arabia Saudita, Panamá y Nigeria también ingresaron en el listado de la Unión Europea.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek