El INEGI asumió el reto de llevar a cabo el Proyecto Caribe para impulsar el desarrollo de las Infraestructuras de Datos Espaciales de la Asociación de Estados del Caribe, fortalecer la base tecnológica y su capacidad para generar información geoespacial y así aumentar la capacidad de recuperación ante la presencia de fenómenos naturales.
La región del Caribe, con una superficie superior a los 2.7 millones de km2 , ha sido objeto de múltiples impactos de fenómenos naturales. De acuerdo con la Asociación de Estados del Caribe (AEC), entre 1990 y 2008 la región fue objeto de 165 impactos, cuyos efectos económicos se estimaron en 63 billones de dólares (USD), equivalentes al 46% de los efectos económicos a nivel mundial.
Con el cambio climático, estos riesgos se incrementan al punto de poner en peligro la vida de muchas personas y las economías de las naciones. Para mitigarlos, se requiere tomar decisiones sustentadas en evidencia. En este caso, la información geoespacial de calidad es esencial.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) considera que la vulnerabilidad de la región frente ante la presencia de fenómenos naturales constituye uno de los grandes retos que afrontan los países del Caribe, por lo que es necesario atender esta situación para lograr un desarrollo sostenible.
Históricamente México ha tenido una relación cercana con el Caribe. Su política exterior comparte el propósito común de lograr equilibrio en sus relaciones, defender la democracia y promover los acercamientos comerciales y la cooperación internacional.
En abril de 2011, con la aprobación de la Ley de Cooperación Internacional para el Desarrollo, el gobierno de México, a través de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID), estableció una agenda de cooperación con el Caribe. La agenda, compuesta por cuatro iniciativas, destaca el Proyecto para el Fortalecimiento de las Infraestructuras de Datos Espaciales en los países de la AEC o Proyecto Caribe.
En 2014, en colaboración con la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID), el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) asumió el reto de llevar a cabo el Proyecto Caribe para impulsar el desarrollo de las Infraestructuras de Datos Espaciales (IDE) de la AEC, fortalecer la base tecnológica y su capacidad para generar información geoespacial y así aumentar la capacidad de recuperación ante la presencia de fenómenos naturales.
Es importante recordar que una IDE es un conjunto de políticas, tecnologías y estándares necesarios para la recolección eficiente, gestión, acceso, intercambio y uso de los datos georreferenciados o geoespaciales a nivel local, regional, nacional y mundial.
A fin de identificar las condiciones de las IDE que tenían los Estados y territorios miembros de la AEC, al inicio del Proyecto se elaboró un diagnóstico, tomando como referencia cuestionarios aplicados en el grupo de trabajo CP-IDEA, antecesor del actual Comité Regional de Expertos sobre Gestión Global de Información Geoespacial (UN-GGIM Américas).
Esta valoración arrojó las fortalezas y debilidades que tenían los países al momento del diagnóstico. Posteriormente el Proyecto Caribe enfocó sus objetivos en la construcción de capacidades, fortalecimiento de la red geodésica, actualización de la tecnología informática, favorecimiento de la difusión de Información Geográfica, promoción del uso de Información Geográfica, aplicación de estándares geográficos y la implementación de metadatos geográficos.
Escapando a la Trampa de capacidad
El Proyecto Caribe ha demostrado ser una iniciativa que escapó a las Trampas de capacidad (dinámica en la que los países constantemente implementan reformas para asegurar transferencias internacionales de fondos sin realmente mostrar mejoras), debido a que implementó buenas prácticas internacionales en materia geoespacial, tomando en cuenta el contexto y la realidad específica de los estados miembros de la Región.
En complemento los representantes del Caribe fueron invitados a participar en las Sesiones del Comité de Expertos de Naciones Unidas Sobre Gestión Global de Información Geoespacial (UN-GGIM) y del Comité Regional UN-GGIM: Américas.
El Proyecto Caribe, en su fase de diagnóstico, identificó actores locales clave, como la Universidad de las Indias Occidentales (UWI), donde se instaló un servidor central con capacidad para integrar y procesar los datos de la Red Geodésica y servir como medio para integrar, difundir e intercambiar información geoespacial en la Región.
Fortalecimiento de la infraestructura
El siguiente paso fue distribuir 43 equipos para ubicar en campo e instalar una red geodésica de 16 estaciones o antenas receptoras de señal del Sistema de Navegación Global por Satélite para determinar, de forma permanente y con base en un intervalo de tiempo, las coordenadas geográficas de cada estación, lo que ayuda a la delimitación de fronteras territoriales, estudios del movimiento de placas tectónicas, monitoreo de hundimientos y fallas geológicas.
Además, se instrumentó una red de 14 servidores para integración, resguardo, uso, difusión e intercambio de información geoespacial.
Los mapas del Caribe
Adicional a la infraestructura y la construcción de capacidades se diseñaron dos productos entregables. El primero, un Mapa de Cobertura de Suelo que presenta objetos espaciales a través de polígonos de diferentes colores y describe bosques, humedales, pastizales, cuerpos de agua, suelo desnudo, cultivos, matorrales y superficies artificiales. Este mapa se elaboró con el apoyo de la Comisión Nacional para conocimiento de la Biodiversidad (CONABIO).
El segundo consiste en un Geoportal basado en el Mx-SIG, plataforma diseñada por el INEGI para gestión y uso de información geoespacial. Un equipo de técnicos del INEGI desarrolló el Mapa Digital del Caribe para integrar, difundir e intercambiar información georreferenciada que permite visualizar, consultar, analizar e imprimir información estadística y geográfica vinculada. La experiencia del INEGI en la implementación del Mapa Digital de México asegura la calidad y confiabilidad de la herramienta propuesta y, con el fin de empoderar a la región para construir sus propios portales, se capacitó a representantes técnicos de los países, así como a un equipo espacial de la UWI, para hacer la función de soporte técnico y capacitación para acciones futuras.
Con lo anterior, el Proyecto Caribe ha sentado las bases para el desarrollo de futuras aplicaciones como la definición de un marco de referencia geográfico regional homogéneo; la construcción de un modelo estándar de datos y metadatos geoespaciales; la actualización homogénea de información geoespacial; el intercambio de experiencias y buenas prácticas, así como el intercambio de conocimiento para incrementar la resiliencia y mejorar la gestión del riesgo ante la presencia de fenómenos naturales en la región como inundaciones, sequías, incendios forestales, terremotos, deslaves, tsunamis, tormentas tropicales y actividad volcánica extrema, que con frecuencia impactan la región y afectan a la mayor parte del continente.
Adicionalmente, creó una comunidad internacional comprometida con el uso y desarrollo de información geoespacial que permitirá afrontar los retos de la Agenda 2030.
Sin embargo, aún existen retos por enfrentar. Entre ellos, la sostenibilidad financiera para dar mantenimiento a la infraestructura y un financiamiento adicional para asegurar la participación en el Comité de Expertos de Naciones Unidas de Manejo de Información Geoespacial y garantice la continuidad a los trabajos.
Para ello y para impulsar el desarrollo de la información geoespacial, la voluntad política de los líderes del Caribe será fundamental.
EL PROYECTO CARIBE ha sentado las bases para el desarrollo de futuras aplicaciones como la definición de un marco de referencia geográfico regional homogéneo