Yuvenil Torres l Pachuca
Joel Hernández Otamendi, representante de la Sociedad de Producción Rural Cárnicos de la Zona Metropolitana, concesionaria del rastro de Pachuca, se deslindó de las fallas que ha registrado la obra y la intención de denuncia del regidor independiente Navor Rojas Mancera.
A tres años de que iniciaron los trabajos de remodelación y casi año y medio de que la Asamblea de Pachuca aprobó entregar la concesión a la organización que representa, Hernández Otamendi sostuvo que el asunto les compete al municipio y a la constructora Prospectiva SA de CV.
“Nosotros somos unos terceros (sic). Cuando el rastro esté funcionando, se nos hará la entrega y ahí comenzaremos a trabajar conjuntamente con nuestra gente”, dijo el también presidente de la Unión de Tablajeros de Pachuca AC.
Subrayó que la constructora debe entregar el rastro funcionando al cien por ciento. Además, exhortó tanto a la empresa como al municipio a corregir los detalles de la obra que han entorpecido que se ponga en marcha.
Agregó que los empresarios del sector cárnico registran pérdidas económicas “importantes “desde que empezó la reconstrucción del rastro, hace tres años. Al estar impedidos de realizar sacrificios en Pachuca, se han tenido que desplazar a otros municipios; no obstante, carece de un cálculo sobre el impacto económico que genera el traslado de ganado.
“Sí hay muchas quejas de parte de los compañeros porque tienen muchos gastos por el trasporte de ganado, además de la traída de (carne) en canales. Eso ha venido a afectar bastante su economía”, explicó.
Anticipó que los 220 socios que representa únicamente resistirían algunos meses más a realizar los sacrificios fuera de la capital.
Destacó que los empleos que generaba el lugar de matanza, hasta antes de ser intervenido para las obras de remodelación, se han conservado.