El intento de la fracción parlamentaria del Partido Revolucionario Institucional (PRI) –de solo seis integrantes–, por obtener la presidencia de la Mesa Directiva de la LXIV Legislatura y su berrinche, retrasó durante tres horas el acto protocolario de instalación y toma de protesta de las y los diputados.
La sesión, programada para las 10:30 horas fue iniciada por la Comisión Permanente de la saliente legislatura y recesada inmediatamente después para que los coordinadores por Morena, Laura Estrada; PRI, Alejandro Avilés y PT, Noé Doroteo Castillejos, alcanzaran acuerdos respecto a la integración de la Mesa Directiva.
Y es que las fracciones debían impulsar propuestas para formular la presidencia, vicepresidencia y tres secretarías de la Mesa, con legisladores del Revolucionario Institucional –conformada por seis–, el Partido del Trabajo –la misma cantidad—y Morena.
Los minutos se fueron acumulando, diputados entraban y salían del recinto, ofrecían entrevistas, platicaban, se abrazaban y felicitaban. Un representante popular cuestionó el motivo del retraso a micrófono abierto.
El perredista saliente Toribio López Sánchez pidió a la LXIV Legislatura acelerar el procedimiento y afirmó que por parte de la Comisión Permanente no existía ningún impedimento para decretar el reinicio de la sesión.
Pero el tiempo seguía avanzando.
El recién nombrado delegado de Morena en Oaxaca, Ericel Gómez Nucamendi, sonreía desde la sesión de plenos, mientras su coordinadora de bancada enfrentaba sola a un cuestionado y rapaz político Avilés Álvarez.
El ex secretario general de Gobierno con Alejandro Murat, destituido por hacer uso de un helicóptero del gobierno del estado para mandar de vacaciones a su familia, hizo presencia en el pleno y recibió el abrazo de Gómez Nucamendi. Amigos en la LXI Legislatura.
Minutos antes del mediodía y en un arranque de fastidio, los diputados de Morena salieron a recibir a la comisión de la dirigencia de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), encabezados por Eloy López Hernández.
Entre los barrotes del recinto legislativo, se deslindaron de la extrema seguridad que privó en los alrededores de la sede de la Cámara de Diputados: “fueron los diputados salientes quienes ordenaron este operativo”.
Luego, se disculparon nuevamente por no tener la facultad para dejarlos entrar: “aún no tomamos protesta, el PRI no está acostumbrado a ser minoría y quiere la vicepresidencia de la Mesa Directiva”, señaló el legislador morenista Othón Cuevas.
“Y Morena tampoco está acostumbrado a ser mayoría, por eso es que no pueden ordenar abrirnos, ni han tomado protesta”, lanzó uno de los profesores que escuchaba al legislador.
Tras el comentario, los diputados insistieron en abrir la puerta al recinto para que ingresaran los profesores “no se dan cuenta que los tiempos han cambiado”, dijeron y exigieron al todavía oficial mayor, Igmar Medina Matus quitar los candados.
Los profesores, por primera vez en años de manifestaciones en el marco de la toma de protesta de los representantes del pueblo, lograron ingresar al recinto.
Más minutos acumulados.
Pese a los pronósticos de una onda gélida que causaría el descenso de temperaturas a partir de este martes en territorio estatal, la mañana en San Raymundo estuvo cálida, y ahí en la explanada cubierta por una lona, los asesores que durante años han conducido las negociaciones entre diputados ofrecían alternativas: pueden iniciar la sesión, son mayoría.
El berrinche del PRI continuó hasta la una y media de la tarde, cuando alguien, tal vez un asesor, o tal vez un mensaje de celular, le hizo saber a la coordinadora de Morena que podían realizar el nombramiento de la Mesa Directiva como lo tenían dispuesto, pese a la oposición de seis.
Y en unos minutos, se llevó a cabo la votación: 28 votos fueron a favor de la conformación de la Mesa bajo la presidencia del diputado petista César Morales Niño, vicepresidencia del morenista Pavel Meléndez Cruz, mientras que la primera, segunda y tercera secretaria por la priista Yarith Tannos y las diputadas de Morena, Arcelia López Hernández y Griselda Sosa Vásquez, respectivamente.
El único diputado electo del PRI, Gustavo Díaz, se estrenó como el “chistosito” del parlamento, al pedir un recuento voto por voto de la elección de la Mesa Directiva.
A los priistas que minutos antes habían roto su boleta y depositada en la urna partida en dos, les pareció muy gracioso y rieron con escandalosas carcajadas.
Morales Niño, quien fungió durante años como vocero del actual delegado y diputado federal petista, Benjamín Robles Montoya, se tomó a sí mismo protesta como presidente de la Mesa y procedió a hacerlo a todos los legisladores.
Antes de las dos de la tarde, el acto protocolario por fin se había consumado. Y después de algunos aplausos la consigna: “¡Es un honor estar con Obrador!”. Avilés reclamó a Morales Niño que se hubiese sumado a los festejos: “usted fue electo para representar a todo el Congreso, no solo a una fracción”.
El primer día de la aplastante mayoría de Morena concluyó con el sello de la inexperiencia legislativa. La bienvenida para la LXIV Legislatura no fue tersa ni siquiera de las direcciones del Congreso que ordenaron el bloqueo de la señal de celular y ofrecieron lugares VIP para sus amigos, las piedras que habrán de quitar del camino.