El presidente estadounidense Donald Trump ha anunciado que planea negar automáticamente los derechos de asilo y detener a los migrantes que entren ilegalmente a Estados Unidos fuera de los puntos de entrada designados, en su respuesta más reciente a la caravana migrante que se aproxima a la frontera sur de ese país.
“Esos inmigrantes no son verdaderos buscadores de asilo”, dijo Trump este jueves, en sus comentarios a la reforma migratoria en la Casa Blanca. El presidente estadounidense añadió que las personas que busquen asilo serán detenidas en “enormes campamentos de carpas” hasta que llegue la fecha de sus audiencias o hasta que sean deportadas, en lugar de ser liberadas en las comunidades.
“Mi gobierno está finalizando un plan para poner fin al flagrante abuso de nuestro sistema de asilo”, dijo Trump. “De acuerdo con este plan, los extranjeros ilegales dejarán de tener un pase libre al país presentando solicitudes sin ningún mérito para obtener asilo. Los migrantes que busquen asilo tendrán que presentarse legalmente en un puerto de entrada”.
Sin embargo, expertos en migración afirman que esta acción podría ser ilegal, ya que el presidente estaría violando leyes federales e internacionales.
“Esto no es legal”, declaró este jueves a Newsweek Bill Hing, abogado General del Centro de Recursos Legales para los Inmigrantes y catedrático de la Universidad de San Francisco. “Las leyes estadounidenses e internacionales no especifican que las personas deban acudir a un punto en concreto”.
De acuerdo con el Protocolo Relacionado con la Condición de los Refugiados de 1967, un tratado internacional acordado y firmado por Estados Unidos, las naciones participantes no podrán negar el derecho a solicitar asilo a las personas que huyan de la persecución. Hasta ahora, Estados Unidos ha cumplido con su parte del acuerdo al permitir que los migrantes se presenten en la frontera o en aeropuertos y dándoles la oportunidad de demostrar que necesitan protección.
Junto con esta obligación internacional, el gobierno federal también está obligado a permitir que los migrantes soliciten asilo según los estatutos de la Ley de Inmigración y Nacionalidad. Esto no significa que Trump deba conceder asilo a todas las personas que lo soliciten, pero los migrantes que teman ser perseguidos en sus países de origen pueden solicitar asilo y tienen derecho a una entrevista donde manifiesten una causa verosímil para ese temor.
“Para que -Trump- haga lo que propone, tendría que hacer que Estados Unidos renuncie a sus obligaciones según el protocolo internacional, y tendría que hacer que el Congreso modifique los procedimientos de inmigración mediante la aprobación de nuevas leyes”, señaló Hing. Pero el presidente estadounidense dijo que presentará el plan mediante un decreto presidencial en algún momento de la próxima semana.
Hing añadió que el plan de Trump será cuestionado inmediatamente en los tribunales, y que este cuestionamiento probablemente será exitoso. La Suprema Corte ha mencionado que el protocolo internacional obliga a Estados Unidos a adherirse a un “estándar particular” en relación con los migrantes que buscan asilo, observó Hing. En un caso que data de la época de Ronald Reagan, el gobierno de este último intentó reducir las audiencias de asilo en Florida a menos de 15 minutos. Sin embargo, los tribunales federales echaron abajo el plan, afirmando que violaba los protocolos.
Ben Johnson, director ejecutivo de la Asociación de Abogados Estadounidenses de Inmigración, estuvo de acuerdo con Hing en cuanto a que la propuesta de Trump haría que se interpusieran varios recursos legales.
“Tenemos una larga historia donde se reconoce que entrar a Estados Unidos no tiene por qué ser una pena de muerte”, declaró Johnson a Newsweek. “La ley y nuestros tratados han sido muy claros en cuanto a lo que implica esa obligación moral. No es posible enviar a las personas de regreso para que sean torturadas o asesinadas”.
Cuando se le preguntó si el presidente tenía el poder para pasar por alto al Congreso o a las leyes internacionales, Johnson señaló que las recientes políticas de inmigración han hecho que la respuesta a esta pregunta sea poco clara.
“La prohibición de entrada a personas provenientes de países musulmanes fue una nueva aplicación de la autoridad del presidente en el ámbito de la inmigración, y no sé qué es lo que él puede hacer para expandir la autoridad que la Suprema Corte reconoció en ese caso”, afirmó.
Dicha prohibición, ejercida por el presidente, fue la tercera iteración de lo que fue confirmado por la Suprema Corte y fue ampliamente ridiculizada como una “prohibición de los musulmanes” por los críticos debido a que se centraba en las naciones de mayoría musulmana y al hecho de que, durante su campaña, Trump había pedido prohibir totalmente a los musulmanes entrar a Estados Unidos.
Este plan para negar el asilo a los migrantes que entren ilegalmente a Estados Unidos fuera de los puntos de entrada designados podría ser un intento de disuadirlos totalmente de viajar a Estados Unidos, declaró a Newsweek Muzaffar Chishti, director del Instituto de Política de Migración de la Facultad de Derecho de la Universidad de Nueva York. La estratagema coincidiría con las continuas políticas de línea dura del gobierno de Trump con respecto a la inmigración.
Chishti señaló que el hecho de pedir a los migrantes que se presenten en un punto de entrada concreto es “una buena respuesta administrativa”, pero que el gobierno de Trump no puede repetir los errores cometidos en su política de “cero tolerancia”, que dio como resultado la separación de familias.
“Si hacemos un anuncio, tenemos que estar preparados con una infraestructura que lo apoye”, dijo Chishti. Habrá un gran número de personas haciendo fila en los puntos de entrada, y muchas de ellas llevarán niños. “¿Qué tipo de mecanismos hemos implementado para hacer frente a eso?”, preguntó Chishti.
Trump reiteró su postura este jueves.
“Estados Unidos es un país hospitalario y, bajo mi liderazgo, sigue siendo un país hospitalario”, dijo. “Pero no dejaremos que nuestra generosidad sufra abusos por parte de personas que rompan nuestras leyes, que desafíen nuestras reglas, violen nuestras fronteras, y entren ilegalmente a nuestro país. No lo permitiremos”.
—
Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek