El regidor independiente del municipio de Aguascalientes, Mauricio González López, aseguró que se habrían presentado irregularidades durante el procedimiento de otorgación de permisos y licencias para la operación del bar denominado “Casa Segunda”, que colapsó la mañana de este miércoles.
Indicó que su ampliación a cuatro niveles presuntamente se habría dado sin los permisos correspondientes de la Secretaría de Desarrollo Urbano, por lo que no hubo un peritaje que demostrara las condiciones estructurales del edificio.
“Los propietarios no pidieron permiso para hacer el roof garden que tienen, y el permiso no está a nombre de un particular, el permiso todo lo tramitó la Cervecería Cuauhtémoc-Moctezuma. Esas obras las hicieron por sus pistolas”.
Para la renovación de la licencia reglamentada de operación del establecimiento no se exige la presentación de un peritaje estructural que permita conocer los riesgos de las edificaciones, sino únicamente las verificaciones de la Coordinación Municipal de Protección Civil.
“Para renovar la licencia de tu negocio Protección Civil te debe emitir una constancia que implica que te revisan el tema eléctrico y el tema del gas, por ejemplo, entonces lo que necesitamos es que se pida el peritaje estructural cada año que se quiera renovar la licencia”.
Por ello, aseguró que presentará una modificación al Código Urbano en la próxima sesión de Cabildo para que se exija la realización de un peritaje estructural a los comercios para la renovación de la licencia de reglamentos.
Propietarios no tomaron las medidas estructurales necesarias: SEDUM
Entrevistado al respecto, el secretario de Desarrollo Urbano Municipal, Adrián Castillo Serna, aseguró que no se tomaron las medidas estructurales adecuadas, ya que en diferentes momentos se realizaron obras con materiales distintos a los de la finca original, sin considerar los riesgos en la estructura.
“En el local comercial apreciamos estructuras de barro y apreciamos otras partes de tabique, entonces eso hace alusión a que hubo intervenciones, no solamente en fachada, sino dentro de la fachada, entonces si se hicieron esas intervenciones fueron sin las medidas estructurales correctas, puesto que los resultados están a la vista”.
El funcionario municipal atribuyó la responsabilidad del derrumbe a los propietarios de la finca, quienes no solicitaron un informe sobre las condiciones del lugar.
“Esto es responsabilidad única y exclusiva del propietario porque si es tu finca debes de estar al tanto de la condición estructural, del mantenimiento correctivo y preventivo para prolongar la vida útil de tu inversión”, afirmó.
Castillo Serna dijo desconocer la fecha en la que se otorgó el permiso de construcción en la finca de Casa Segunda, aunque se estima que la autorización data de hace cinco años, según el regidor Mauricio González.
Se pueden adaptar fincas antiguas para bares y antros: INAH
Iván Sánchez Silva, arquitecto especializado de la adscripción de Monumentos Históricos de la delegación del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), indicó que la finca del bar “Casa Segunda” no se encontraba dentro del catálogo de fincas históricas, debido a que su construcción es posterior al año 1900, aunque sí se asienta en una zona donde hay entre 60 y 70 inmuebles con esta categoría.
“En este tipo de inmuebles que no son monumentos históricos, o que no son colindantes a estos monumentos, lo que se hace por parte del INAH son recomendaciones de imagen urbana sobre todo, que utilicen algunos materiales, que respeten algunas proporciones y que las obras sean acordes a la zona, pero este lugar no tiene ninguna protección como tal”.
Los usos de dichas fincas son variados, desde las que permanecen como casas habitación, los que han sido transformados en establecimientos comerciales y hasta las que se encuentran abandonadas, las cuales representan el mayor riesgo estructural por el nulo mantenimiento que reciben de sus propietarios.
“Hay casas, hay comercios, hay escuelas, es una diversificación de usos. En toda la ciudad tenemos aproximadamente 450 inmuebles catalogados como monumentos históricos y en la zona centro, en Carranza, Eduardo J. Correa y las zonas aledañas son aproximadamente 70 inmuebles los que están catalogados”.
El especialista del INAH puntualizó que, previo a la otorgación de cualquier uso de suelo en fincas consideradas como históricas, el Comité de Monumentos Históricos debe valorar el proyecto que se busca realizar y las posibles afectaciones que habría para la edificación y posteriormente se turna un informe a la Secretaría de Desarrollo Urbano Municipal.
“Se revisa el inmueble si son viables o lo que se puede desarrollar conforme lo estén solicitando. Aquí en el INAH se debe pedir antes de toda obra en monumentos históricos una licencia de construcción, y previo a ello se hace un dictamen por parte de la Junta de Monumentos Históricos y se realiza una inspección correspondiente y se revisa si son viables las modificaciones que se están solicitando”.
Ante las constantes quejas de vecinos del Centro Histórico sobre el acondicionamiento de fincas antiguas como bares o antros, Iván Sánchez Silva mencionó que estos lugares pueden cumplir esa función, siempre y cuando se acrediten los estudios estructurales del edificio, se le brinde un mantenimiento constante y no se afecte la imagen original de la edificación.
“Las construcciones antiguas, ya sea construidas con piedra, con adobe, con cantera o con otro material, son aptos para recibir diferentes usos, lo único que hay que cuidar es el tipo de uso y que esto no se convierta en un abuso. Estos materiales son susceptibles a algunos aspectos que los materiales normales no tanto, como la humedad, pero para ello se les debe dar mantenimiento y cuidado. Un inmueble contemporáneo y uno antiguo deben tener mantenimiento”, destacó.
Finalmente, señaló que tras el derrumbe de “Casa Segunda” y de afectaciones de otras viviendas antiguas por las lluvias de los últimos días, se volverá a realizar un censo por parte del INAH para calcular las fincas con mayor grado de riesgo estructural en Aguascalientes.