Los elementos de la Policía Estatal en Oaxaca hace frente al crimen organizado en total indefensión en materia salarial, falta de profesionalización y capacitación, sin leyes complementarias ni códigos de ética y en un piso desigual, advierten investigadores de la asociación civil “Causa en Común”.
En el marco de su visita a la entidad para efectuar por segundo año consecutivo el levantamiento del “Índice de Desarrollo Policial” (Indepol), señalan que los ocho mil 776 pesos mensuales que perciben en promedio la tropa policial en la entidad, se encuentran por debajo de la media nacional.
El 45 por ciento de los policías en el país, de acuerdo al estudio, perciben salarios inferiores a 10 mil pesos; otro 40 por ciento entre 10 y 15 mil pesos y solo el 15 por ciento, superiores a los 15 mil pesos. Sin embargo, aunado a las bajas retribuciones económicas, tampoco cuentan con seguridad en rubros como seguro de vida, funerarios, más allá de los que ofrece el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Las y el investigador María del Pilar Déziga Velásquez, Itzel Rangel Romero y Juan David García Melo, observan los cambios de la policía en la entidad, para establecer una medición con respecto a la del año pasado, cuando la corporación obtuvo una calificación de menos 52 puntos, indicador inferior a los menos 41 puntos que fue la media nacional, siendo cero la meta deseada.
En entrevista, precisan que el Indepol mide el marco legal de las policías en el país en 26 variables y 87 indicadores de los ejes: carrera policial, profesionalización, régimen disciplinario, seguridad social y certificación.
Como parte de la continuidad que realizan del trabajo, indicaron, acudieron a la entidad para corroborar la información que a través de solicitudes de información obtuvieron por parte de las autoridades, por lo que llevan a cabo entrevistas con los altos mandos, así como con los policías.
*Sin carrera
Otra de las carencias detectadas es la ausencia de carrera policial, de tal forma que hay elementos que al menos durante una década no han obtenido ascensos, por lo que tampoco tienen expectativas de tener mejores ingresos, señala Déziga Velásquez.
Destaca que tampoco existe un catálogo de faltas y sanciones, lo que deja en total discrecionalidad la aplicación de las mismas por parte de las autoridades. Es decir, apunta, se pueden ordenar arrestos sin que el policía conozca los motivos del mismo, ni los días en los que permanecerá en el cuartel.
Tampoco cuentan con un área de atención psicológica, ni gimnasio para prepararse físicamente, y mucho menos una pista para que los policías aprendan a conducir las patrullas que manejan, lo que resulta fundamental en su capacitación.
Los indicadores que se evalúan, sostienen los investigadores, permiten detectar las deficiencias en las que laboran los policías, así como la necesidad de otorgarles condiciones que permitan eficientar sus actividades.
Respecto a la evaluación del Centro de Control y Confianza (C3), de los 306 elementos no aprobados (en 2016, que da pie a los resultados 2017), no se registró ninguna baja. Por lo que se estima que continúan ejerciendo sus actividades pese a haber reprobado.
La situación de las policías en el país, señalan los investigadores, es preocupante ante la falta de condiciones para llevar a cabo su trabajo, a lo que se suma los asesinatos de elementos de corporaciones que en este año han registrado 254 (casi uno por día), de los cuales ocho han acontecido en la entidad.