Funcionarios en las Malvinas han advertido que un millón de pingüinos están en riesgo por un agujero negro de financiamiento provocado por la salida de Gran Bretaña (Brexit) de la Unión Europea (UE).
Las islas dependen de proyectos de conservación europeos para alimentar y proteger las colonias de pingüinos que visitan sus costas cada año. Pero conforme el Reino Unido se acerca rápidamente al Día del Brexit en marzo de 2019, la ministra de comercio de las Malvinas está pidiendo claridad sobre el futuro de los amigos con aletas de las islas.
En una entrevista con The Telegraph, Teslyn Barkman dijo que el gobierno británico debe adoptar una estrategia en la que “ningún pingüino se quede atrás” para proteger la vida silvestre de las islas. Gracias a las Malvinas, Gran Bretaña es responsable de más pingüinos que cualquier otra nación.
Al abandonar la UE, el territorio ultramarino perderá su acceso a €1 millón ($1.16 millones de dólares) en potenciales subsidios medioambientalistas del programa BEST del bloque y otros €5 millones ($5.8 millones de dólares) de su fondo LIFE.
El dinero se usa para preservar reservas de alimentos, monitorear las poblaciones de pingüinos y tratar a los pingüinos cubiertos de petróleo por los barcos que pasan cerca. La población de las islas de casi 3,400 habitantes produce alrededor de $118 millones de dólares de PIB cada año, lo cual hace que el dinero de la UE sea una parte vital de su presupuesto.
Barkman dijo que perder el acceso a los fondos afectaría significativamente la labor de las ONG que llevan a cabo “investigación y labor de conservación crucial en las Malvinas”. La ministra añadió que tenía “preocupaciones auténticas” de que el fondo de conservación de remplazo prometido por Michael Gove, secretario del medioambiente del Reino Unido, no cubra el déficit financiero. Además, Barkman comentó que los isleños “todavía no han visto propuestas firmes del Reino Unido sobre su remplazo del BEST”.
La condición de las islas como un territorio ultramarino británico ya limita sus opciones de financiamiento. Como pertenecen al Reino Unido, las Malvinas no califican para fondos internacionales. Pero como se ubican a más de 8,000 millas del territorio central, tampoco pueden ser consideradas para proyectos de financiamiento británicos. La falta de opciones hace que los subsidios de la UE sean todavía más vitales.
Muchas áreas del Reino Unido, ya sea en el territorio principal o en los ultramarinos, están preocupadas por la pérdida súbita del dinero europeo cuando Gran Bretaña abandone el bloque. Gran parte de la última década se ha caracterizado por la economía austera del Partido Conservador, la cual se diseñó nominalmente para reducir el déficit presupuestal del gobierno, aunque no ha podido hacerlo. Esto se ha traducido en una inversión insuficiente de los servicios públicos y un estado de beneficencia debilitado.
En este ambiente duro, el financiamiento de la UE ha ofrecido un sustento a muchas comunidades. Perder esos beneficios junto con la baja económica esperada después de abandonar el bloque podría hacer que los fondos públicos se restrinjan todavía más que antes de la votación.
La primera ministra Theresa May todavía batalla para llegar a un acuerdo del Brexit con la UE. Conforme se acerca la fecha límite para el convenio, aumentan los miedos de lo que se ha llamado un Brexit “sin acuerdo”, en el que los alimentos, el combustible y los suministros médicos podrían verse afectados, la libra británica podría tambalearse y la economía podría desplomarse.
Los isleños están aún más en riesgo ante tal escenario que sus compatriotas en el territorio principal. Según The Telegraph, los ministros creen que las tarifas de la UE podrían reducir los ingresos de la industria cárnica en 30 por ciento y los ingresos de la industria pesquera en 16 por ciento.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek