INSTITUTO ESTATAL ELECTORAL DEL ESTADO DE BAJA CALIFORNIA OPINA
Ha concluido la elección denominada más grande de México, dejando como resultado una nueva alternancia en la presidencia de México, así como una mayoría simple en ambas cámaras del Congreso de la Unión para los partidos que conformaron la Coalición “Juntos haremos Historia”.
Dato relevante ya que desde la elección del 2000, ningún partido había logrado tener mayoría.
Por otra parte, los antecedentes recientes plasman que la elección presidencial es la que más atrae a las y los ciudadanos para votar, y esta elección no fue la excepción.
Así lo reflejan los casi 60 millones de votos emitidos, que se traducen en el casi 64% de participación ciudadana.
En Baja California también se reflejó esa atracción, toda vez que de los 2 millones de posibles votantes, más de la mitad se dio cita en las urnas.
Ahora bien, quisiera destacar un aspecto que considero muy positivo de este proceso electoral federal: la postulación de candidaturas independientes.
En estas elecciones las y los ciudadanos tuvieron la oportunidad de elegir a un candidato independiente como presidente de México, además de otros candidatos ciudadanos que contendieron por diputaciones y senadurías.
Indistintamente de los resultados, lo valioso es que las candidaturas independientes son una realidad, de modo que cualquier ciudadana o ciudadano ajeno a los partidos políticos tiene la posibilidad de aspirar a ocupar un cargo de elección popular.
Un camino difícil más no imposible. Las pruebas ahí están.
Con esta elección se cumplió el primer ciclo de existencia de la reforma político–electoral del 2014.
Es así, que una vez que concluya este proceso electoral, habrá espacio para la reflexión y el análisis sobre los resultados y aprendizajes obtenidos de la referida reforma, donde seguramente se pondrá en la palestra la posibilidad de modificar nuevamente las leyes electorales, como desde hace veinte años se viene haciendo después de cada elección.
Por esta razón, espero que las y los legisladores electos se den la oportunidad de atender el reclamo social respecto de la fórmula para calcular el financiamiento público de los partidos políticos, y por otro lado, escuchar las opiniones que puedan emitir tanto el INE como el TEPJF en materia político-electoral, ya que son las propias autoridades electorales los encargados de aplicar e interpretar la ley en su ámbito de competencia.
Un dato importante a señalar es que, de los resultados electorales preliminares se desprende la posibilidad de que dos partidos políticos–Nueva Alianza y Encuentro Social– pierdan su registro, en virtud de no haber alcanzado el porcentaje de votación requerido por la Ley.
No obstante, la misma Ley prevé que después de cada elección presidencial, a partir de enero del año siguiente, aquellas organizaciones de ciudadanas y ciudadanos que en ejercicio de su derecho de asociación política estén interesadas en conformar un nuevo partido político nacional deberán informar al INE su intención.
De igual manera, a partir de estas elecciones, las y los legisladores que resultaron electos tendrán derecho a reelegirse. Lo anterior, sin duda será un motivo más para que desempeñen con responsabilidad su encargo, no debemos descartar que habrá más de uno que buscará continuar “representando al pueblo”, es nuestro deber estar atentos a su trabajo.
Finalmente, quiero compartir esta reflexión, votar constituye la herramienta más poderosa con que contamos las y los mexicanos, es a través de este derecho que podemos ejercer un control sobre el poder público, y de esa manera contribuimos al fortalecimiento y desarrollo de la democracia, ya que esta se consolida en la medida en que participamos más activamente.