China y Estados Unidos están más cerca que nunca de una guerra comercial, después de que China prometiera “represalias” tras las amenazas de Donald Trump de imponer nuevos y prohibitivos aranceles a productos chinos importados.
Con las dos mayores economías mundiales ya enfrentadas en un duelo temido por los mercados y la industria, Trump dijo que impulsará nuevas medidas punitivas contra la “inaceptable” decisión de Pekín aumentar sus propios aranceles.
Advirtió que si Pekín vuelve a imponer aranceles, Washington replicará con 10% de aranceles a bienes chinos equivalentes a 200.000 millones dólares, para un posible total de 450.000 millones, es decir casi todas las importaciones chinas, “si China aumenta una vez más sus tarifas”.
La reacción de China fue casi inmediata. Su ministerio de Comercio calificó de “chantaje” la decisión de Trump.
“Si Estados Unidos pierde el sentido común y publica una lista [de productos afectados por los aranceles], China se verá obligada a adoptar una mezcla de medidas cuantitativas y cualitativas bajo la forma de vigorosas represalias”, dijo el ministerio en una nota.
Las bolsas de China cerraron el martes en fuerte baja como consecuencia de esas amenazas del presidente estadounidense: Shanghai terminó en baja de 3,78%, igual que Shenzhen (-5,77%) mientras que Hong Kong, a una hora del cierre de las operaciones, perdía 3%.
También Tokio terminó con pérdidas (-1,77%) mientras principales bolsas europeas abrieron sus sesiones del martes en fuerte retroceso.
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Nuevas acciones
En un comunicado, Trump dijo que “nuevas acciones deberán ser tomadas para impulsar a China a cambiar sus desleales prácticas, abrir su mercado a los bienes de Estados Unidos y admitir una relación comercial más equilibrada”.
“Aparentemente China no tiene ninguna intención de cambiar sus prácticas ilegales de adquisición de propiedad intelectual y tecnología estadounidense”, afirmó.
“La relación comercial entre Estados Unidos y China debería ser más equitativa”, insistió Trump que se ha fijado como meta reducir en 200.000 millones de dólares el déficit comercial con el gigante asiático.
Esta grave amenaza de guerra comercial preocupa en los medios económicos. En “esta peligrosa escalada (…) el Congreso debe intervenir y ejercer su autoridad sobre la política comercial” afirmó en un comunicado la National Retail Federation (NRF), un lobby estadounidense de la distribución.
Unos 455.000 empleos norteamericanos están amenazados por las últimas medidas punitivas contra China, calculó la NRF, que estima que otra consecuencia será un alza del precio de los productos de base.
En 2017, Estados Unidos exportó a China, segunda potencia económica mundial, por valor de 130.400 millones de dólares en bienes y mercancías. A su vez, importó en el mismo período por 505.600 millones de dólares, es decir un déficit de más de 375.000 millones de dólares.
– Medidas y represalias
La Casa Blanca anunció el viernes la imposición de tasas aduaneras de 25% a bienes importados de China por 50.000 millones de dólares para compensar el supuesto robo de propiedad intelectual y tecnología por parte de Pekin.
El gobierno chino replicó anunciando represalias equivalentes contra productos estadounidenses.
“Tengo una excelente relación con el presidente Xi (Jinping) y seguiremos trabajando juntos en muchos temas. Pero ni China ni otros países se aprovecharán más de Estados Unidos en comercio”, dijo Trump.
Trump dio luz verde a las medidas punitivas luego de meses de un inestable proceso diplomático, en el que la promesa de los chinos de comprar más bienes estadounidenses no aplacaron los reclamos del presidente sobre el desequilibrio comercial bilateral.
China prometió aumentar la importación de bienes estadounidenses en 70.000 millones de dólares para cortar el déficit comercial estadounidense, mientras que Trump pedía un recorte del déficit de 200.000 millones.
El pleito con China es solo uno de los frentes comerciales abiertos por el proteccionismo de Trump.
Desde el 1 de junio, las importaciones de acero y aluminio de la Unión Europea, México y Canadá pagan aranceles de 25% y 10%, respectivamente.
Con información de AFP