Dietland quiere enseñarte cómo decir la palabra gordo. La nueva comedia negra de AMC, basada en el éxito de ventas de Sarai Walker en 2015 del mismo título, presenta un personaje, Plum Kettle, quien no es “corpulenta”, “regordeta” o “con curvas”. Es gorda.
Joy Nash, la actriz quien interpreta a Plum, pesa 293 libras. Ella está bien con ser gorda. De hecho, se molestará si no usas la palabra. “Es algo así como una prueba de fuego”, dic Nash. “Solo necesitas un eufemismo cuando la verdad es tan terrible que no puedes hablar de ella. No hay nada malo en ser gorda”.
En otras palabras, Dietland no va a ser como la primera temporada de This Is Us, que perdió puntos entre muchos en la comunidad gorda después de que Chrissy Metz, su estrella ganadora del Emmy, firmó un contrato con NBC para perder peso junto con su personaje.
Tal vez Plum empiece la serie odiándose y anhelando desesperadamente una cirugía para perder peso, pero pronto se une a un grupo de empoderamiento feminista que promueve el exteriorizar el autodesprecio. Al mismo tiempo, un grupo terrorista, llamado Jennifer, empieza a secuestrar, torturar y matar violadores que se salieron con la suya; en un caso, dejando caer a un hombre desde un avión hacia las calles de Nueva York. La novela de Walker, que se trata de “la ira y furia desatada de las mujeres”, no es algo que la autora piense que los espectadores vean lo suficiente en la TV. “Estoy hablando de Thelma & Louise”, dice ella. “¿Los jóvenes siquiera han visto esa película?”
Marti Noxon, creadora del programa, leyó Dietland en 2016. “No pude evitar preguntarme: ¿Por qué las mujeres jamás se han levantado en armas?” Noxon es una anoréxica en recuperación, por lo que los problemas de peso la han preocupado desde la adolescencia. “Casi toda elección que hacen las mujeres, incluidas aquellas alrededor de la comida, está filtrada por un ‘¿soy lo bastante buena’?”, dice Noxon. “La odisea de Plum no se trata de aprender a amar el ser obesa o delgada, sino cómo amar la forma en que se siente mejor. Si ello significa pesar 300 libras, ¿a quién le importa aparte de ella?”
“Una de las argucias del libro”, continúa ella, “es que tiene los convencionalismos de una comedia romántica. La portada es bonita; ¡el nombre del personaje principal es Plum Kettle (tetera de ciruela), por el amor de dios! Pero hay una cualidad de El club de la pelea en ella, y se conecta con un nivel de ira que no sabía que yo tenía”.
Noxon, una sobreviviente de violación, empezó escribiendo para Buffy, la cazavampiros, el programa que popularizó a la vengadora mordaz; pasó a crear, entre otras series, Girlfriends’ Guide to Divorce. “No soy fan del extremismo, y Jennifer va demasiado lejos; la violencia en verdad es desmesurada”, comenta Noxon, “pero es la cuestión filosófica de cuando empiezas una revolución, [el extremismo puede] sentirse necesario. Quise llevar a Plum en esta odisea de quién va a ser en esta lucha. ¿Va a cambiar? ¿Va a huir, tomar una ruta más pacifista? ¿O va a convertirse en una terrorista?”
Cuando Noxon y su personal mayoritariamente femenino de Dietland escribían la serie en julio pasado, todavía estaban consternadas por la elección de Donald Trump, con un historial de sexista. Ellas bromeaban con que el presidente no fuera acusado antes de que el programa se transmitiera, para capitalizar los millones de mujeres igual de enfurecidas. Obtuvieron una mejor pega pocos meses después: Harvey Weinstein. Dietland ahora parece como si hubiera sido escrita ex profeso para este momento.
Ella y sus guionistas (incluida Walker, quien asesoró al programa) se mantuvieron fieles al libro, con algunos giros notables: cuando Julianna Margulies, la actriz ganadora del Emmy, se unió al programa como la jefa en la revista de belleza de Plum, el papel fue aumentado. Y la mejor amiga de Plum, la dueña de su café local, ahora es un hombre. Sin embargo, algunas fans del libro, después de ver los avances, percibieron a Nash como un alejamiento radical: no era lo bastante gorda. De hecho, la actriz solo es 7 libras más ligera que Plum, pero fue vista como demasiado atractiva como para ser la víctima de intimidación incesante.
Nash, quien antes de esto tuvo papeles pequeños en The Mindy Project y la reposición de Twin Peaks, admite que no ha sufrido el tipo de abuso diario que Plum soporta. Al mismo tiempo, encuentra frustrantes las críticas. “He recibido muchas de ellas: ‘No eres en verdad gorda’. Eso me suena a ‘¿cuándo se me permite justificar mis prejuicios? ¿Cuándo se me permite que alguien en verdad me dé asco?”
Sin embargo, Walker estaba encantada con el reparto. La autora se inspiró en “A Fat Rant”, un video viral en YouTube que Nash hizo en 2007. En él, la actriz —entonces con 224 libras y considerada obesa por su médico— se refiere a sí misma como gorda, critica la falta de ropa en tallas extra grandes en las tiendas principales y desinfla el mito de las dietas, citando sus pasmosamente bajos índices de éxito. “El video de Joy fue una de las primeras cosas gordas positivas que haya visto”, dice Walker. “Fue asombroso para alguien como yo, que siempre sentí vergüenza por ser gorda”.
Al mismo tiempo, Walker entiende la reacción negativa. “Cuando la gente me pedía los derechos del libro, yo pensaba: ‘¡Oh, por Dios, va a ser como Gwyneth Paltrow en un traje de gorda!’ Esa pesadilla me mantenía despierta por la noche, y ese ha sido el mayor miedo que las fans del libro me han expresado. La idea que tiene Hollywood de la gordura no es lo que la mayoría de la gente considera gordura”.
Nash ve mejoras notables para las mujeres de su peso, en especial en las opciones de compras. “Cuando hice ‘Fat Rant’ hace 10 años, había dos tiendas en las que una persona superior a talla 15 podía comprar: Lane Bryant y Torrid. Ahora, hay muchísimas”.
Walker es menos optimista. Aun cuando ella piensa que la positividad del movimiento es buena, “no quiero sobreestimar su alcance. La vergüenza por la gordura es un problema profundamente arraigado”.
Mientras estaba en su gira literaria por Dietland en 2015, la autora fue atacada por troles en línea, sujeta a preguntas frecuentes sobre sus hábitos alimenticios e incluso regañada por ser poco sana. La experiencia la llevó a escribir un editorial para el New York Times titulado “Sí, soy gorda. Está bien. Lo dije”, y a la autora le preocupa que Nash pueda sufrir un trato similar en su primer papel estelar. “La gente considera amenazantes a las mujeres gordas y felices”, comenta Walker.
Nash no parece preocuparse. Su propia confianza empezó a mejorar a los 18 años, después de leer el libro Fat!So? de Marilyn Wann, lo cual no significa que no pueda relacionarse con su personaje. “Plum piensa que cuando sea delgada, su vida florecerá”, dice ella. “Y yo solía pensar: Si puedo hacer que un hombre me ame, entonces la vida comenzará”.
Por lo menos, Nash espera que Dietland “le recuerde a la gente que la vida ya está sucediendo. Que hagan algo con ella”.
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Reportaje adicional de Mary Kaye Schilling
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation whit Newsweek