Pescadores japoneses mataron 122 ballenas minke preñadas durante su última expedición anual a Antártida, acto que los defensores de los animales califican de “macabra e inútil”.
Durante la campaña, que terminó a fines de marzo, los balleneros japoneses capturaron 330 ballenas, de las cuales 122 estaban preñadas y decenas de otras eran jóvenes ejemplares, según un informe entregado a las autoridades por la Comisión Ballenera Internacional (CBI) en abril, de acuerdo a AFP.
La organización de protección de animales Humane Society International, consideró por su parte que esas cifras eran: “chocantes” y que formaban parte de: “un triste testimonio de la crueldad de la caza de ballenas“.
Humane Society International looks forward to Australia and other pro-conservation countries sending the strongest possible message to Japan that it should stop its lethal whaling programs.https://t.co/lZmTONn61H
— HSI Australia (@hsiaustralia) May 31, 2018
“Es una nueva prueba de la naturaleza verdaderamente macabra e inútil de la caza de ballenas, cuando se sabe que las investigaciones no letales son suficientes para los objetivos científicos” esgrimidos para justificar la campaña, declaró Alexia Wellbelove, una de las responsables del grupo.
Japón es firmante de la moratoria de la caza de ballenas decidida por la CBI en 1986, pero desarrolla cada año una campaña de caza con objetivos científicos.
Cabe señalar que Noruega e Islandia son los únicos países que practican abiertamente la caza de ballenas con fines comerciales.