El presidente ruso, Vladimir Putin, pidió este miércoles al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, “abstenerse de cualquier acción” desestabilizadora en Siria.
En una conversación telefónica con Netanyahu, Putin “llamó a abstenerse de cualquier acción que pueda desestabilizar aún más la situación en el país, que representaría una amenaza para su seguridad”, indicó el Kremlin en un comunicado, dos días después de que las fuerzas israelíes bombardearan una base del ejército sirio.
El mandatario ruso “insistió en la importancia del respeto de la soberanía de Siria”, añade el comunicado del Kremlin, que precisa que ambos jefes de Estado “hablaron de los recientes ataques de la aviación israelí contra la base aérea T-4”.
Esas instalaciones militares, situadas en la provincia central de Homs, quedaron dañadas por el bombardeo israelí el lunes. Albergan fuerzas sirias e iraníes y al menos 14 combatientes, incluidos iraníes, murieron en ese ataque, según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).
En febrero, Israel ya había atacado la base militar T-4 en una ofensiva contra posiciones del ejército sirio y de fuerzas iraníes desplegadas en Siria donde ayudan al régimen de Bashar al Asad en su guerra contra los rebeldes y los yihadistas.
Rusia, uno de los principales aliados de Asad, alertó contra nuevos ataques contra las fuerzas sirias, especialmente después de que Estados Unidos amenazara con responder tras un presunto ataque químico perpetrado por el régimen en el bastión rebelde de Duma, la semana pasada.