El boxeo, uno de los deportes más antiguos de los Juegos Olímpicos, podría no exhibirse durante la próxima justa deportiva que se realizará en Tokio, Japón.
El Comité Olímpico Internacional (COI) se mostró este domingo “extremadamente preocupado” por los problemas de gobierno de la Federación Internacional de Boxeo Amateur (AIBA) y amenazó con retirar el boxeo del programa de los Juegos Olímpicos Tokio-2020, luego de que la institución designara al empresario uzbeko Gafur Rakhimov como presidente interino.
“Estamos extremadamente preocupados a propósito del gobierno de la AIBA”, declaró el presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach.
El COI “se reserva el derecho de reexaminar la presencia del boxeo en los Juegos Olímpicos de la Juventud en Buenos Aires (octubre de 2018) y en los Juegos Olímpicos de Tokio-2020”, añadió Bach.
La instancia olímpica confirmó este domingo que suspende toda ayuda financiera a la AIBA, que dirige uno de los deportes más antiguos en el programa olímpico, presente desde los Juegos Olímpicos de 1904 en San Luis.
“Esta decisión es extremadamente decepcionante para la AIBA, que esperaba que la comisión ejecutiva del COI hubiese comprendido que los procesos necesarios para implantar nuevas medidas necesitan más tiempo y que las medidas positivas ya tomadas recientemente dan muestra de los esfuerzos vigorosos y de la voluntad de reforma de la AIBA”, reaccionó la federación.
La AIBA explicó que está realizando una auditoría interna que debería desembocar un plan de refundación de la organización que se discutirá en julio cuando se reúne su comité ejecutivo, y afirmó que una parte de estas conclusiones se transmitirá al COI en el marco del informe que debe enviar a la instancia olímpica el próximo 30 de abril.
En el centro de la polémica se encuentra Gafur Rakhimov, empresario uzbeko de 66 años, nombrado el pasado sábado al frente de la AIBA con carácter interino hasta las próximas elecciones de noviembre. Rakhimov, antiguo vicepresidente de la AIBA, tendría vínculos con el crimen organizado, según la administración de Estados Unidos.
El mes pasado, el Departamento del Tesoro estadounidense aseguró que el uzbeko forma parte parte de los “mayores criminales” de su país por su implicación en el “tráfico de heroína”.
“Nuestro mensaje al COI y al mundo del boxeo es que la AIBA pasa página”, declaró Rakhimov el pasado 27 de enero, durante el congreso extraordinario celebrado en Dubai que le nombró presidente.
No es la primera vez que Rakhimov es objeto de este tipo de acusaciones.
Boxeo, tráfico de plutonio y drogas
En 2002, el dirigente uzbeko le ganó un juicio por difamación en Australia al británico Andrew Jennings, autor de “The Great Olympic Swindle” (Le Gran Mentira Olímpica), un libro, que sirvió también para revelar los escándalos de corrupción en la FIFA, que vinculaba a Rakhimov con el tráfico de plutonio y de drogas.
En 2000, año de publicación de la obra, Rakhimov negó las acusaciones, pero las autoridades australianas le impidieron entrar en su territorio durante los Juegos de Sídney para “proteger la seguridad de los australianos”.
En 1997, investigadores del Observatorio Geopolítico de Drogas, con sede en París, habían citado a Rakhimov como uno de los tres mayores padrinos de la droga en Uzbekistán.
Según fuentes concordantes consultadas por la AFP, la AIBA podría trasladar su sede central de Lausana a Dubai, donde se han celebrado sus últimas reuniones.
Bach añadió este domingo que el COI no está “satisfecho del informe preparado por la AIBA sobre las cuestiones de gobernanza, finanzas, arbitraje y lucha antidopaje”.
El 6 de diciembre, el COI decidió investigar la crisis de gobierno en el seno de la AIBA.
El 20 de noviembre, el presidente taiwanés del órgano rector del boxeo amateur, Ching-Kuo Wu, suspendido por su propia federación, dimitió luego de 11 años de mandato.
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Con información de AFP