Con una mejora en la infraestructura para el suministro de la gasolina, las empresas petroleras serían más competitivas en su costo y por lo tanto el producto se ofrecería a precios más bajos que los actuales, así lo consideraron varios expertos del sector gasolinero.
Durante un panel sobre el mercado de la gasolina en el Foro Energy Aguascalientes, representantes de diversas empresas de ese sector concordaron en la necesidad de invertir en infraestructura y almacenamiento de hidrocarburos en el país, con el fin de crear un ambiente más competitivo en miras de mayor presencia de marcas petroleras en México.
Rodrigo Favela, socio de HCX (HydroCarbon Exchange) externó que cerca del 80 por ciento del suministro de la gasolina es por parte de Pemex, lo que imposibilita que otros actores interesados en este mercado tengan acceso desde el inicio del ciclo de negocio de hidrocarburos.
Por su parte, Jesús López López de Gasolineros Unidos del Centro (GASUCEN) dio a conocer que a nivel nacional existen 82 terminales de abastecimiento de combustible, cuando el país requiere de por lo menos 200 de acuerdo a la demanda del producto petrolero.
“En la medida en que esa infraestructura vaya creciendo, genera mayor competitividad, mejor servicio a distancias más cortas y a menor costo e impacta en las estaciones de servicio que son aproximadamente 12 mil en el país”.
Alfredo Álvarez de (EY) explicó que los cuatro elementos que delimitan el precio de la gasolina son los costos de acuerdo al origen del producto, el costo que implica la logística para el transporte y almacenamiento, los márgenes de ganancia y el Impuesto Especial sobre Productos y Servicios (IEPS), que finalmente puede delimitar hasta el 40 por ciento del precio final.
“Los subsidios existen debido a estos impuestos y el costo logístico, mismos que dejarían de existir con la creación de nuevos ductos e infraestructura para conectar puntos de consumo”. Recordó que Pemex tiene el control sobre los ductos que corren por todo el país y, por lo tanto, el poder de decisión de cuánta apertura y acceso pueden tener importadores externos.
Finalmente, Marco Antonio Nieto Vázquez de Baker Mackenzie resaltó la falta de mecanismos para medir la calidad del producto, mismo que fortalecería a la competitividad que tanto se espera por parte de la inversión extranjera.
“Hay una gama de calidades y tenemos que contar con más información porque así la decisión de un precio implicaría en la calidad del producto”.
Agregó que, a consecuencia de la Reforma Energética, se creó el Principio de Acceso Abierto, el cual busca separar las actividades del sector energético para que no exista una reserva discriminatoria para aquel que lo necesite y esté dispuesto a pagar por él.
“Esto trae una implicación de negocio porque en otras economías se ha demostrado un esquema totalmente opuesto a éste que también ha funcionado, entonces hay que reconocer que este principio no es necesariamente un modelo de negocio, habrá que preguntarnos si será necesario para efectos de garantizar la inversión en la infraestructura”.