Rodrigo Londoño, Timochenko, el líder de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) comenzó el sábado su campaña rumbo a las próximas elecciones presidenciales en Colombia y propuso un “gobierno de transición” que lleve a buen puerto el acuerdo que condujo al desarme de guerrilleros el año pasado.
En una barriada pobre y violenta de Bogotá, Timochenko denunció la muerte de 37 exguerrilleros desde la firma de la paz y dijo que todavía unos “500 compañeros y compañeras siguen en la cárcel”, pese a la amnistía acordada con autoridades.
“Me comprometo a encabezar ese gobierno de transición, que genere las condiciones para el nacimiento de una nueva Colombia. Un gobierno que representará por fin los intereses de los pobres de Colombia”, afirmó el dirigente del nuevo partido de izquierda Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC).
Timochenko, a quien las encuestas ubican en los últimos lugares de preferencia para las elecciones de mayo, rompió fuegos con un discurso que reunió a cientos de personas en Ciudad Bolívar, una zona de escasos recursos en el sur de Bogotá.
En medio de un importante dispositivo de seguridad con decenas de policías, el exjefe rebelde, de 59 años, arremetió contra la desigualdad y la corrupción, clamó por los pobres e invitó a fuerzas “hastiados de los políticos tradicionales” a sumarse a ese “gobierno de transición”.
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Según Londoño, su propuesta busca en la práctica “materializar un cambio efectivo de la guerra y la violencia, a un estado de paz, reconciliación y justicia social” en este país gobernado históricamente por la derecha.
Una nueva política
Muchos de los militantes del nuevo partido acompañaron a Timochenko en su estreno proselitista, vestidos con camisetas blancas con la rosa roja que simboliza a la FARC.
Algunos portaban pancartas en las que se leía “Timo Presidente” o “Con la fuerza del común, una nueva forma de hacer política”.
La organización levantó una tarima en medio de una cancha de fútbol y adecuó un espacio para unas 3,000 personas, aunque al final llegaron unas 600, según estimaciones de la policía.
Londoño reiteró la decisión de los exalzados en armas de respetar las fórmulas de verdad, justicia y reparación a las víctimas, así como la decisión de nunca más volver a ejercer la violencia.
“No queremos convertir esta campaña, en un toma y dame de recriminaciones e insultos. La verdad saldrá a flote, y que los responsables de hechos repudiables paguen por sus crímenes. Nosotros no le tememos a la verdad”, sostuvo.
Entre los asistentes había gente no vinculada con la FARC que siguió con atención el discurso del exguerrillero.
Andrea Pulido, una universitaria de 19 años, aplaudió que los antiguos rebeldes “no sean burocráticos y estén haciendo política desde los barrios”.
“Siendo franca quizás (nunca Timochenko llegue a la presidencia), pero siento que es una forma de empezar a construir cosas nuevas”, dijo a la AFP.
Londoño, que regresó de Cuba tras someterse a un largo tratamiento contra un accidente cerebral transitorio que le afectó el habla, cerró su intervención con quizá sus propuestas más concretas: un ingreso vital de existencia para cada colombiano y el pago de un salario a las mujeres de hogar.
Con el acuerdo de paz negociado durante cuatro años en La Habana, Colombia comenzó a extinguir el último conflicto armado del continente que deja, en medio siglo, unas ocho millones de víctimas entre muertos, desaparecidos y desplazados.
El pacto le garantiza a la FARC 10 escaños en el Congreso de 268 miembros por dos periodos de cuatro años, aunque deberán participar en los comicios.
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Con información de AFP