Como ya se ha reportado anteriormente en @NW_Guanajuato, nuestra entidad se ha convertido en una de las más violentas del país (lee Guanajuato 2017: un año de terror)
Dicen por ahí que “como muestra basta un botón”, y el fin de semana que acaba de terminar lo sería en este caso: del pasado viernes hasta el domingo fueron asesinadas 23 personas en tierras guanajuatenses, y lo más preocupante es la violencia con la que son perpetrados (en algunos de los casos los muertos aparecen calcinados o con muestras de tortura).
Las víctimas se encontraron en los siguientes municipios: Irapuato, Silao, León, Salvatierra (donde uno de los fallecidos era policía), Moroleón, Apaseo el Alto, Celaya, Valle de Santiago, Abasolo y Cortazar.
En lo que va de enero ya se han registrado más de un centenar de homicidios en el estado, y alarma la inseguridad y vulnerabilidad de la población guanajuatense, pues en muchos de los casos se trata de comandos armados que ingresan a domicilios y asesinan a familias completas; a padres e hijos por igual.
