El director ejecutivo de Ford se disculpó con los empleados de dos plantas en Chicago y prometió cambios después de la publicación de un artículo que hablaba de casos de acoso sexual y supuestos abusos hacia ellos.
The New York Times publicó esta semana una investigación sobre el maltrato y el acoso ejercido sobre mujeres empleadas en las fábricas de Ford en Estados Unidos que se remontan a la década de 1990.
Más del 70 por ciento de los trabajadores actuales o extrabajadores denuncian una cultura particularmente hostil hacia la población femenina de la empresa.
En una carta abierta a los empleados enviada el jueves, el CEO del grupo, Jim Hackett, dijo haber “leído y releído ese artículo” que consideró “desgarrador”.
“Lo siento por todos esos casos en los que una colega ha sido objeto de acoso o comportamiento discriminatorio”, escribió, prometiendo “tolerancia cero” para el acoso sexual.
“En nombre de los empleados de Ford Motor Company y del mío, que condenamos este tipo de comportamiento y rechazamos cualquier forma de acoso, les pido perdón. Más importante aún, prometo aprender la lección de este asunto y mejorar las cosas”.
Estas revelaciones se suman a la ya larga lista de lugares de trabajo donde se han denunciado casos de abuso y acoso sexual desde que surgió la campaña #MeToo (#YoTambién) contra el acoso, lanzada a raíz del escándalo de Harvey Weinstein y que trata de que las mujeres víctimas de estos delitos lo denuncien públicamente.
Una empleada relató que había sido presionada por su supervisor, que la forzó a mantener relaciones sexuales a cambio de mejores condiciones de trabajo.
Hackett anunció que visitaría las plantas afectadas en Chicago.
Ford instauró políticas en los últimos tiempos para cambiar la cultura de empresa en sus fábricas, forjando acuerdos con la autoridad de supervisión de la discriminación en el trabajo y creando un fondo de 10 millones de dólares para ayudar a las mujeres víctimas de discriminación.
Ford y el sindicato de trabajadores del sector automotor también invirtieron en capacitación.
Sin embargo, según The New York Times, la empresa ha dado largas para sancionar a los culpables y no ha ofrecido una formación específicamente dedicada a la prevención del acoso sexual.
“Prometemos que no habrá represalias contra quienes denuncien los hechos. Nadie está por encima de la ley, independientemente de su lugar dentro de la jerarquía”, dijo Hackett.
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