El presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, aceptó que en su campaña por la vicepresidencia en 2009 recibió 700,000 dólares de la constructora brasileña Odebrecht pero señaló que las donaciones políticas no son sobornos y tampoco constituyen un delito en el país.
“En mi campaña de vicepresidente yo recibí ayudas de esa persona (André Rabello) y fueron reportadas al Tribunal Electoral”, declaró Varela, tras las acusaciones del exembajador de Panamá en Corea del Sur, Jaime Lasso, quien afirmó a la fiscalía el movimiento de fondos hacia el Partido Panameñista.
Varela dijo que el partido emitió un comunicado en el que señala el papel que tenía esa persona en apoyos políticos y sociales.
Tales afirmaciones suceden antes de que inicie la audiencia judicial de validación de un acuerdo firmado entre Odebrecht y la Fiscalía panameña, el cual incluye el pago de una multa millonaria y la revelación de datos sobre las irregularidades cometidas por la empresa en el país.
Lasso afirmó además que recibió cinco transferencias de Odebrecht a una cuenta en Estados Unidos a nombre de la Fundación Don James. Durante ese período Lasso fue embajador de Panamá en Corea del Sur.
Tras las revelaciones Varela se limitó a decir que “todas las donaciones políticas a mis campañas están debidamente reportadas al Tribunal Electoral” y que no iba a dar declaraciones hasta que “culmine el proceso y sean públicos los expedientes”.
Odebrecht, que acordó pagar a Panamá una sanción de 220 millones de dólares y colaborar con la justicia, reconoció haber pagado 59 millones de dólares en sobornos desde 2010 a 2014 para obtener contratos.
En Panamá por este escándalo hay 63 imputados, aunque no se han hecho públicos los nombres.