El asesinato de la activista tamaulipeca Miriam Rodríguez ha conmocionado a México y a organizaciones internacionales. El crimen coincidió con el festejo del Día de las Madres y conectó el hecho de que la mujer había encontrado por sus propios medios el cuerpo de su hija desaparecida en una fosa clandestina.
La conocida activista no sólo encontró a su hija, Karen Alejandra, sino también dio con los culpables de su asesinato, a quienes denunció a las autoridades estatales.
El asesinato de Rodríguez ocurrió este miércoles por la noche cuando un comando la atacó a tiros en su casa y murió mientras era trasladada al hospital de San Fernando, Tamaulipas, según un comunicado de prensa emitido por la agrupación Comunidad Ciudadana en Búsqueda de Desaparecidos.
Francisco Cabeza de Vaca, gobernador de Tamaulipas, condenó el hecho a través de su cuenta en Twitter y aseguró que su Gobierno “no permitirá” que el homicidio quede impune.
El Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, exigió al gobernador de Tamaulipas “una investigación seria, exhaustiva e inmediata” por el asesinato de Miriam Rodríguez.
“Doña Miriam fue solidaria en todo momento con familiares de personas desaparecidas organizadas en colectivos, toda vez que ella misma sufrió el secuestro de su hija Karen Alejandra y con sus propios recursos hizo posible no solo la investigación para encontrar a los responsables, sino que participó activamente hasta llevarlos ante un juez”, mencionó el Comité en un comunicado de prensa.
El pasado 23 de marzo se fugaron del penal estatal de Ciudad Victoria 29 internos, entre ellos, uno de los secuestradores de su hija. Con ello, Rodríguez quedó en un estado de vulnerabilidad y alto riesgo, señaló el Comité que preside Raymundo Ramos.
“La protección que regularmente brinda la Policía Estatal Acreditable “Fuerza Tamaulipas” para quienes hemos solicitado ayuda a través de rondines de vigilancia es muy deficiente”, mencionó.
