EN LA DÉCADA DE 1990 fue chica Guess, ángel de Victoria’s Secret y protagonista de tres portadas de la edición de trajes de baño de Sports Illustrated. No contenta con eso, cuando Laetitia Casta abandonó las pasarelas incursionó como actriz de televisión, teatro y cine —en 1999 actuó en Astérix y Obélix contra César, hasta ahora la película francesa más cara–. Pero a sus 38 años se mostraba inquieta por probarse del otro lado de las cámaras. La oportunidad llegó con Cointreau, marca que desde su fundación ha tenido una estrecha relación con el séptimo arte: de hecho, su primer spot publicitario –uno de los primeros en la historia del cine– fue producido por los hermanos Lumière, en 1899. El año pasado, y con el apoyo de la Unesco, la Maison Cointreau nombró a Casta su directora creativa para que formara Cointreau Creative Crew, iniciativa que ayuda a mujeres artistas o empresarias.
“Cointreau me propuso un proyecto concreto: dirigir mi propio filme. Pensé que era muy pronto para esto, pero la película terminó en el Festival de Cine de Cannes. Hoy no podría estar más contenta”, explica Casta en una charla con Newsweek en Español. Con el espaldarazo del Triple Sec más vendido del mundo, su primer cortometraje, En Moi (En mí), fue seleccionado para cerrar la Semana de la Crítica en la última edición del festival organizado en la Costa Azul.
—¿Cuándo se despertó tu interés por dirigir cine?
—Siempre me ha encantado como una forma de arte. Me imaginaba dirigiendo un cortometraje, pero nunca pensé que fuera tan pronto. La gente tiende a pensar que puedes ser un actor o modelo o director, pero encuentran raro que quieras hacer todo al mismo tiempo. No me gusta esa forma de pensar. Yo creo que debes ser libre de hacer lo que te guste, cuando sientas que debes hacerlo. Los artistas tienen diferentes formas de expresarse: para mí, es en el modelaje, la actuación y la dirección… Y quién sabe cuál sea mi siguiente paso. Por otro lado, tengo muchos proyectos, pero quiero elegir los que sean honestos conmigo.
—¿Cuál es tu rol en Cointreau?
—Armé el Cointreau Creative Crew, donde me involucro en la selección de las personas con las que vamos a trabajar y las fundaciones alrededor del mundo a las que ayudamos para que también formen parte de nuestra meta: promover la creatividad de las mujeres para que hagan sus sueños realidad. Mi próximo gran proyecto con la marca es el lanzamiento de la película del director Jan Kounen. Está enfocada en los nuevos miembros de la marca: las actrices británicas Naomie Harris y Lily Cole y la arquitecta y diseñadora India Mahdavi. Estas mujeres tienen fortalezas increíbles, pero lo que más me sedujo es que tuvieron el coraje para concretar sus sueños, como el lema que creé para Cointreau Creative Crew: “Dream, Dare, Create!” (¡Sueña, atrévete y crea!)
—¿Cómo es un día “típico” en tu vida?
—Me despierto, llevo a mis hijos a la escuela y nado por una hora. Después voy a reuniones con mi agencia o con clientes, leo guiones, después hago un poco de ejercicio, recojo a mis hijos de la escuela y cocino la cena para ellos. Me encanta cocinar e ir al mercado por productos frescos y orgánicos para tener los mejores ingredientes. Mi abuela me enseñó a cocinar y ella hacía la mejor pasta casera, pero yo también hago una bastante buena.
—Estuviste en México recientemente: ¿qué puedes decirnos acerca de este país?
—¡Fue un sueño hecho realidad! Amé los colores locales, el clima, la comida, la forma en que me recibieron los mexicanos, que son muy cálidos. Fue como si el tiempo se detuviera y no sentí que estuviera trabajando. Dejé el lugar hipnotizada por la cultura. Seguramente regresaré.
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TODO POR UN MARGARITA
• ¿Sabías que el Cointreau es uno de los ingredientes del coctel más consumido en Norteamérica?
• El Cointreau se fabrica desde 1849 en Angers, Francia. Pero no se hizo famoso hasta 1948, cuando, según la leyenda, la socialité texana Margarita Sames combinó unas gotas de este Triple Sec –el nombre técnico de este licor– con tequila y limón para crear su trago homónimo, el más popular de Estados Unidos.
• Su sabor, que combina lo amargo y lo dulce de la cáscara de la naranja, lo convierte en un ingrediente muy utilizado en coctelería. Poco saben, sin embargo, que, como el whisky, queda muy bien solo, en un vaso old fashion, derecho o en las rocas.
• Hoy la marca francesa vende más de 15 millones de botellas al año en todo el mundo.
• Sus competidores directos son Grand Marnier, Bols,