Mañana lo someten a una cirugía. Llega el médico y le deja un aditamento
de realidad virtual lleno de video juegos para que mitigue la ansiedad. Al día
siguiente, llega de nuevo el médico y le dice que siga con los juegos porque
eso le va a ayudar a mitigar el dolor.
Dentro de poco tiempo será realidad que la receta de jugar un rato supla
la ingesta de las pastillas tradicionales. Eso es los que espera Matthew
Stoudt, CEO de AppliedVR, que está creando una biblioteca de contenidos de
realidad virtual para aliviar los malestares antes, durante y después de los
procedimientos médicos. La empresa ya colabora con hospitales para que los
pacientes estrenen esta tecnología que viene en los lentes Gear VR de Samsung y
poder así estudiar su eficacia.
Hasta la fecha llevan tres aplicaciones distintas de gestión de dolor
mediante la realidad virtual, además de una para reducir la ansiedad, informa
Stoudt. Los lentes también los están usando cuando el paciente va a consulta,
durante las extracciones de sangre y la administración de la epidural, además
para el dolor postoperatorio.
Hace mucho que se estudia el potencial de la realidad virtual para
aliviar el dolor, porque es capaz de distraer al paciente, de sacarlo de su
presente, abstraerlo de tal suerte que puede ignorar las molestias, como en las
curaciones de quemaduras graves. Lo malo es que los dispositivos son muy caros.
El Centro Médico Cedars-Sinai y el Hospital Infantil de Los Ángeles
realiza estudios con el software de AppliedVR; el primero ya completó un trabajo
(aún no lo publican) con 60 pacientes de diversas condiciones médicas –desde
dolor abdominal por pancreatitis o dolor de pecho por neumonía– con un juego en
particular llamado Bear Blast, en el que el jugador mueve la cabeza para tirar
pelotas a uno de los osos de dibujo animado. A diferencia de la mayoría de los
juegos, el jugador no se muere ni se lesiona.
Hunter Hoffman, investigador del Laboratorio de Fotónica Humana de la
Universidad de Washington, y desarrollador de un juego de control de dolor
llamado SnowWorld, dice que el equipo de realidad virtual que se emplea como
parte de un estudio dentro de la unidad de cuidados intensivos cuesta más de
30,000 euros (alrededor de 33,000 dólares). Con la entrada al mercado de Gear
VR se va a poder ofrecer los contenidos con todo y adminículo por 5,000 euros
por casco al año, unos 5,500 dólares.
Sirva esta información para entender la razón de que no presten atención
al mundo que les rodea los que se encuentran sumergidos en algún aditamento de
realidad virtual; si hasta se pueden olvidar del dolor…