
Durante más de una década hemos estado esperando que la internet acabe con las universidades. Pero la última vez que miramos, las universidades todavía aumentaban sus costos de matriculación y obtenían cantidades récord de solicitudes. Hasta ahora, los cursos en línea han sido tan disruptivos para la universidad como el falso “pavo” vegetariano lo ha sido para el Día de Acción de Gracias.
Pero ahora, una compañía llamada Udacity, en asociación con Google, nos muestra que nos hemos centrado en la disrupción equivocada. El gran cambio no será la digitalización de la universidad, sino la desincorporación del título universitario en trozos discontinuos y enfocados, a los que Udacity denomina nanogrados. En otras palabras, la tecnología atacará al título universitario, no a la experiencia universitaria, y eso marcará toda la diferencia.
De hecho, si proyectamos este avance una década en el futuro, es probable que signifique que no será necesario contar con una costosa licenciatura en Administración de Empresas o en Ciencias para tener una buena carrera. Muchas personas tendrán un desempeño realmente bueno al omitir la Universidad y acumular una colección de nanogrados durante toda su vida.
El nanogrado tuvo su inicio a principios de este año. Las innovaciones suelen comenzar con un problema a resolver. Google luchaba contra una grave escasez de personas que supieran cómo desarrollar aplicaciones para teléfonos con el sistema operativo Android. De algún modo, Google necesitaba conseguir más desarrolladores de Android capacitados y en funciones. La empresa le pidió ayuda a Sebastian Thrun, un antiguo catedrático de Stanford que solía dirigir los laboratorios de Google X y que actualmente es director ejecutivo de Udacity.
Thrun fundó Udacity en 2011 para ofrecer cursos masivos abiertos en línea (MOOC, por sus siglas en inglés), que son versiones en línea de cursos universitarios tradicionales. Para Udacity y para casi cualquier otra compañía de MOOC, este negocio francamente apestaba. Probablemente existe una tonelada de razones por las que las empresas de MOOC no han perturbado a la Universidad y atraído a las masas, pero esta es la principal: no es posible tomar un MOOC del nivel de Stanford y obtener un título que tenga el peso del nivel de Stanford en el mercado laboral. Aunque los MOOC son más baratos y más accesibles que la universidad, otorgan pocos de los beneficios de esta: no hay un grado académico, no hay redes sociales, no hay partidos de fútbol americano ni vomitonas en las fiestas del club estudiantil. Entonces, ¿para qué tomarse la molestia?
Sin embargo, para solucionar el problema de Google, Udacity empezó a ofrecer algo totalmente distinto a la universidad. Un programa de nanogrado de Udacity podría costar unos mil dólares y tomar sólo unos cuantos meses. Se centra en un tema específico, como la codificación de Android. Al final, puedes llevar tu nanogrado a las entrevistas de trabajo de Google, y la compañía reconocerá su valor y quizá te contratará.
A finales de septiembre, el nanogrado dio otro paso adelante. Udacity ofrecerá el programa en India y está incorporando al gigante indio Tata como socio. Así que ahora Tata, un inmenso y respetado conglomerado de empresas que van desde los automóviles hasta los químicos, reconocerá los nanogrados de Udacity para contratar a su personal.
Podemos ver cómo se abre el camino para que otras empresas adopten los nanogrados. Compañías de todo el mundo sufren una escasez de codificadores, y no pueden esperar a que emerja repentinamente una nueva oleada de ellos de las escuelas tradicionales de cuatro años. Si los graduados que ostenten un nanogrado de Udacity prueban su capacidad en el lugar de trabajo, los empleadores confiarán cada vez más en el valor de un nanogrado. En poco tiempo, un nanogrado será aceptado en los círculos técnicos.
Pero el concepto no tiene por qué quedarse atrapado en la codificación. ¿Por qué no desincorporar cualquier área enfocada de conocimientos y crear un nanogrado? Una licenciatura en Administración de Empresas o en Ciencias de una universidad representa un conjunto de cursos tomados y aprobados, que supuestamente representan una educación completa y variada. Pero tal vez el conjunto no sea demasiado útil: el curso de francés no te ayuda en tu trabajo de mercadotecnia. Y mientras avanzas por la vida, es posible que necesites conocimientos que no estaban en tu conjunto original. Tarde o temprano, Udacity o alguna otra entidad ofrecerá nanogrados en toda clase de asignaturas: contabilidad, redacción, historia griega antigua.
Este tipo de educación superior parece concordar mejor con la era moderna. “Es un error pensar que una sola educación universitaria puede ayudarte durante toda la vida”, declaró Thrun a The New York Times. “Para mantener el paso con el cambio debes estudiar durante toda tu vida”. La tecnología impulsa los cambios rápidos, afectando a todas las industrias. Sólo mira cómo Airbnb está cambiando la hospitalidad, o Zenefits están cambiando a los recursos humanos. Es posible que lo que aprendiste hace cinco años ya no valga mucho en la actualidad.
Muchas personas están desarrollando microcarreras independientes, cada una de las cuales requiere un conjunto distinto de habilidades: diseñador independiente de día, vendedor de Etsy de noche, DJ los fines de semana. De aquí se deduce que una buena forma de promover las microcarreras la constituyen los nanogrados.
Por supuesto, existen muchos argumentos realmente buenos a favor de la experiencia universitaria completa e integrada. Durante cuatro años, tú creces, aprendes a pensar, entras en contacto con muchas cosas y te enfiestas como loco. Tal vez eso siempre será importante para cierto sector de la sociedad. Pero lo bueno de los programas de nanogrados es que no tratan de ser otra versión de la universidad, sino que son distintos a ella. Si los empleadores aceptan los nanogrados, estos se convertirán en un camino hacia una vida plena y próspera sin el costo y el compromiso de tiempo de la universidad.
La tecnología tiende a desincorporar las cosas. Mira cómo está desincorporando a la televisión, o cómo desincorporó al álbum de música. El título universitario es un conjunto que no funciona para todo el mundo y crea condiciones de mercado anormales, lo cual explica por qué los gastos universitarios aumentan constantemente más rápido que la inflación. La siguiente generación podrá desincorporar el conjunto de la educación universitaria de la misma forma en que las personas están cancelando sus suscripciones de televisión por cable.
Sólo tendrán que aprender por sí mismas cómo vomitar en las fiestas.
Publicado en cooperación con Newsweek/ Published in cooperation with Newsweek