
Con más de 31 años de trayectoria, Católicas por el Derecho a Decidir se consolida como una organización feminista de inspiración católica que promueve los derechos sexuales y reproductivos desde una perspectiva de justicia social, laicidad del Estado y teología progresista.
Fundada en agosto de 1994, esta organización ha trabajado de manera constante para garantizar que las mujeres y personas con capacidad de gestar ejerzan su derecho a decidir sin estigmas ni condenas morales, especialmente en contextos religiosos.
“Buscamos posicionar el aborto como lo que es: un procedimiento de salud más en la vida de las mujeres, al igual que el parto o el puerperio. Es fundamental quitarle el estigma”, expresó Adriana López Venda, oficial de incidencia social y acceso a servicios de salud de la organización.
A pesar de ser un colectivo pequeño —no más de 15 integrantes— Católicas por el Derecho a Decidir ha enfrentado desafíos significativos en el ámbito público, especialmente al proponer un discurso que rompe con posturas tradicionales dentro del catolicismo.
“El aborto no debería ser motivo de condena moral, incluso para las mujeres católicas. Apostamos por la libertad de conciencia y por un enfoque compasivo y comprensivo desde la espiritualidad”, afirmó López Venda.
La organización cuenta con un grupo de acompañamiento espiritual, enfocado en brindar apoyo a mujeres con dilemas éticos o religiosos respecto al aborto, distinguiéndose de otras asociaciones que ofrecen principalmente asesoría médica o legal.
En el marco del 28 de septiembre, Día de Acción Global por un Aborto Legal, Seguro y Gratuito, la organización lanzó la campaña “El aborto es un derecho, decidir es nuestro derecho”, con presencia en cinco estaciones del Metro de la Ciudad de México, cuatro líneas y unidades del transporte público.
El objetivo de esta campaña es claro: contribuir a la despenalización social del aborto, llevándolo a espacios públicos donde el mensaje pueda alcanzar a una mayor audiencia y ayudar a normalizar la conversación en la vida cotidiana.
Tras tres décadas de activismo, la organización ha sido testigo de una transformación social. Según López Venda, los resultados de sus encuestas recientes reflejan un mayor respaldo ciudadano a temas como el aborto legal, el matrimonio igualitario y la educación sexual integral, incluso entre personas de diversas confesiones religiosas.
“Hemos avanzado mucho, pero aún hay un estigma que genera más daño que el procedimiento en sí. Es momento de verlo como un hecho biológico, parte de la realidad de muchas mujeres”, concluyó.
Católicas por el Derecho a Decidir continúa su labor con convicción, demostrando que es posible defender los derechos reproductivos desde una perspectiva de fe y con profundo respeto a la conciencia individual.