A casi un año de su gestión, el alcalde de Celaya Juan Miguel Ramírez reconoció que persisten fallas de comunicación entre el gabinete y el ayuntamiento, pero aseguró que se han dado instrucciones claras a las áreas para resolver problemas administrativos y operativos.
En entrevista, dijo que la coordinación será permanente y advirtió que hay responsabilidad directa de los titulares para atender y solucionar las fallas detectadas.
“Fíjese que nosotros hemos visto que a veces falla la comunicación. Nosotros queremos tener una comunicación efectiva y para eso se refiere a lo que planteemos, ¿no? … Unos nos plantean por qué creemos que no hay comunicación, otros nos van a decir que sí hay, etcétera. Nosotros entendemos que el ayuntamiento y el gabinete no son separados”, sostuvo.
El alcalde reconoció que existen pequeños problemas de comunicación que generan confusiones en la operación diaria.
“Hay pequeños problemas de comunicación, no son problemas fundamentales y por eso esta no va a ser la primera reunión que van a tener el gabinete con el ayuntamiento”.
Cuestionado sobre si algunos directores han tomado decisiones por encima de la autoridad municipal, el presidente municipal fijó la línea de responsabilidad y ellos tienen que responder por su cargo.
“Yo a todos los directores he pedido que si está algo mal, lo tienen que solucionar. No pueden decirme a mí que está mal para solucionarlo. Ellos, es su responsabilidad. Yo no puedo solucionarlo, si ellos ven algo”.
Añadió que, cuando se detectan errores administrativos, por ejemplo, en pagos al IMSS o retenciones, corresponde a las áreas responsables corregirlos y dar cuentas al ayuntamiento.
El alcalde reconoció además tensiones derivadas de discrepancias en nóminas y prestaciones.
“En los dictámenes algunos tienen derecho, otros la mitad, perdón, algunos tienen la mitad de prestaciones… y otros no las tienen y luego ya después nos dimos cuenta que algunas gentes por año no tuvieron ninguna prestación y después aparecieron con prestaciones, unas más grandes de lo debido, otras menores”.
Finalmente, el alcalde anunció mano dura contra el vandalismo urbano y explicó una estrategia dual con los grafiteros: ofrecer espacios para el arte urbano y, al mismo tiempo, sancionar a quienes pinten propiedad privada o patrimonio municipal.
“Hemos llegado a convenios… a otros no hemos negociado. Estos que no hemos negociado, ya les dimos la oportunidad… va a haber mano dura contra los que encontremos grafitis”, finalizó.
