En 2007, bajo una intensa lluvia en una noche de noviembre en Wembley, Inglaterra era derrotada 3-2 por Croacia y fracasaba en su intento de clasificarse a la fase final de la Eurocopa de Suiza y Austria, pese a la presencia de un once lleno de estrellas como David Beckham, Steven Gerrard y Frank Lampard.
Más de diez años después, una nueva generación inglesa con Harry Kane a la cabeza intentará vengar aquella noche humillante, cuando el miércoles en Moscú enfrente a Croacia, por un lugar en la final del Mundial-2018.
Desde entonces, las imágenes del seleccionador en esa época, Steve McClaren, protegido bajo un paraguas de los ‘Tres Leones’ se convirtió en un emblema de aquel fiasco.
En el elenco croata, que ya tenía asegurado su boleto para la gran cita de 2008, estaban Luka Modric e Ivan Rakitic, pilares de la Cuadriculada pero vistos como villanos en Wembley. Encarnaban la pesadilla.
Por el contrario, ningún jugador de aquel fracaso sobrevive en la plantilla inglesa que los enfrentará el miércoles.
“Un idiota con un paraguas”
Hoy en día, Steve McClaren sigue siendo interrogado por aquella noche de gran frustración para el país inventor del fútbol, en la que se cobijó bajo un paraguas. “A wally with a brolly” (Un idiota con un paraguas), quedó grabado a fuego. Era la foto de la película de terror que vieron.
“Estaba ese paraguas de la FA (Federación Inglesa) en el suelo y me dije ‘lo voy a usar’, mostrar que apoyo a la FA y mantenerme seco'”, explicó a la revista especializada FourFourTwo a inicios de año.
“Pensé que me iban a matar si me ponía un gorro, pero al final me terminaron matando porque tenía un paraguas”, contó.
“Más tarde, entrené en Holanda (al Twente) y en el estadio del Heracles no había techo para el cuerpo técnico ni para los suplentes, simplemente estaba el banquillo. Todo el mundo tenía su paraguas”, recuerda McClaren, aún visiblemente traumatizado por lo sucedido.
“Al salir del vestuario, me dicen: ‘Coach, ¿quiere un paraguas?’. Dije ‘No, seguramente me voy a empapar, pero no voy a tomar un paraguas'”, contó.
Esa humillación contra Croacia es uno de los numerosos episodios de una larga lista de decepciones que ha coleccionado la “generación dorada” de los Pross, que jamás ganó nada, que ni siquiera superó los cuartos de final en una gran cita.
Pickford no es Carson
La selección actual intentará alcanzar la final del Mundial-2018 y de paso vengar aquel recuerdo doloroso. Por lo pronto, su seleccionador Gareth Southgate parece haber logrado lo contrario que McClaren, al convertirse en un icono de la moda en su tierra por su elegante forma de vestir, que corona con un chaleco que ya es furor en Inglaterra.
Sus decisiones deportivas también han logrado ganarse los corazones de los hinchas, con un grupo rejuvenecido, con un arquero seguro como Jordan Pickford que también hace olvidar las viejas bromas sobre los endebles porteros anteriores, como Seaman, James y Carson.
Y hasta incluso han logrado enterrar el maleficio de las definiciones por penales que perseguía a los Pross, al ganar por primera vez en una tanda en Copa del Mundo, frente a Colombia en octavos de final.
McClaren había hecho debutar a Scott Carson contra Croacia y los hinchas aún recuerdan cómo un remate de Niko Kranjcar se le escapó entre las manos para abrir el marcador en esa noche nefasta.
“Nos concentramos en nosotros mismos, lo que pase ahora, no en lo que ha sucedido en el pasado”, declaró el defensa Ashley Young, para ahuyentar malos espíritus. “Estamos impacientes. Queremos crear nuestra propia historia”. Tal vez de paso, puedan vengar aquella noche de Wembley ante Modric y Rakitic.
(Con información de AFP).