Como sucede con muchos glaciares del Antártico, el glaciar Pine Island está derritiéndose. Sin embargo, Pine Island se funde con más rapidez que cualquier otro glaciar del mundo. Y lo más sorprendente es que la causa del deshielo no es, únicamente, el cambio climático, pues una nueva investigación de la Fundación Nacional para la Ciencia de Estados Unidos (NFS, por sus siglas en inglés) ha encontrado evidencias de que el principal responsable podría ser la actividad volcánica bajo el glaciar.
Según informa en un boletín de prensa, un equipo internacional de científicos de NSF y el Consejo de Investigación sobre el Medio Ambiente Natural del Reino Unido rastreó la firma química del helio-3 en el agua y descubrió una fuente de calor subacuática. Es casi seguro que dicha fuente de calor sea resultado de la actividad volcánica submarina.
No se sabe, a ciencia cierta, cuán graves son los daños que la fuente de calor podría estar ocasionando en Pine Island ni cuánto acelerará su desaparición, mas los científicos aseguran que el glaciar está fundiéndose desde abajo. Ese deshielo podría elevar considerablemente los niveles globales del mar, y no solo porque el propio hielo esté derritiéndose en el océano. El glaciar Pine Island es un “tapón” importante para impedir que otras capas de hielo desemboquen demasiado rápido en el mar y, si desaparece, podríamos observar un incremento aún más acelerado en el nivel de las aguas marinas.
El glaciar Pine Island también tiene especial importancia para la estabilidad del glaciar Thwaites, un enorme fragmento de hielo que, en opinión de los científicos, tal vez ya sea demasiado tarde para rescatar. El Manto de Hielo Antártico Occidental se encuentra en graves aprietos porque, desde 2012, ha perdido 175 mil millones de toneladas de hielo.
Los investigadores determinaron que la actividad volcánica submarina estaba causando la fusión debido a la cantidad de helio-3 que hallaron en el agua, y también por las deformaciones irregulares observadas en el glaciar. Así mismo, fundamentaron su conclusión referente a las erupciones volcánicas submarinas en las capas de ceniza que encontraron en las muestras de núcleos de hielo, además de en los retumbos que emitían los terremotos. No obstante, los científicos aún carecen de pruebas fidedignas porque, al encontrarse ocultos tan profundamente bajo el hielo y el agua, sería excepcionalmente difícil precisar la ubicación física de un volcán o identificar algún rasgo geológico de la actividad volcánica.
El equipo de científicos publicó su descubrimiento en la revista Nature Communications.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation whit Newsweek