Oaxaca de Juárez, Oax.- De manera contradictoria, la producción de energía eólica en Oaxaca disminuye a mayor intensidad de viento, debido a las secuelas provocadas por el sismo de 8.2 de magnitud ocurrido el 7 de septiembre de 2017, el cual devastó la región del Istmo de Tehuantepec.
Hasta antes de esa fecha, la zona de mayor generación de electricidad por aire en el país, aprovechaba las ráfagas y la fuerza de ese elemento, pero las afectaciones sufridas a las instalaciones de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) han limitado su generación.
A poco más de ocho meses, los 26 parques instalados en la región del Istmo de Tehuantepec, están en condiciones de trabajar a un 100 por ciento, confirma la Asociación Mexicana de Energía Eólica (AMDEE).
“En condiciones de alto viento, es decir, cuando el total de las turbinas eólicas podrían generar a su máxima capacidad, es necesario disminuir parcialmente la producción ante la imposibilidad de recibir el total de esa generación”, advierte el organismo.
Y confía que en los próximos meses se restablezca plenamente la capacidad para recibir en cualquier momento la totalidad de generación.
En 2017, el 5.5 por ciento de la electricidad producida en el país (alrededor de 10 mil 600 GWH/año) fue generada con viento, a través de los 45 parques eólicos que se encuentran en operación, detalló la AMDEE.
Oaxaca concentra poco más de la mitad de los parques eólicos del territorio nacional (26), los cuales tienen una capacidad instalada total de dos mil 358.40 de MW. El año pasado se generaron en la entidad, seis mil 200 GWh, lo que corresponde al 62 por ciento de la producción total.
Lo anterior, pese a lo que la Asociación consideró “un año atípico en materia de generación eólica, debido a que la mayor parte de la generación eólica de Oaxaca estuvo fuera de operación por varias semanas con motivo de los terremotos de septiembre de 2017”.
“La principal afectación que se registró en los parques eólicos ocurrió en equipos eléctricos y algunos componentes que se han venido reparando desde entonces. Afortunadamente ninguna turbina se colapsó. Los mayores daños se registraron en transformadores y otros elementos de subestaciones de CFE”, apuntó la AMDEE.