Tres de los cerca de mil babuinos que viven en cautiverio en un centro de investigación biomédica de Texas escaparon este fin de semana al colocar un barril de 200 litros situado cerca del muro del recinto, por el que escaparon uno a uno.
Los primates fueron recapturados pocos después, informó el Texas Biomedical Research Institute (TBRI) en San Antonio, en el sur de Estados Unidos. En el lugar son empleados para estudiar enfermedades crónicas infecciosas como el ébola, la malaria o el VIH.
El instituto dijo que los animales rodaron un barril de 200 litros y lo colocaron una posición vertical para poder salir del recinto que está rodeado por muros. El bote, que se había utilizado para ayudar a los primares “imitar los comportamientos de alimentación”, según el TBRI, se ha eliminado del centro desde que se utilizó para escapar.
“Es un típico ‘uno ve, otro hace’, y los demás le siguen”, señaló el veterinario del centro John Bernal en la cadena de televisión estatal KSAT y aclaró que los animales no eran parte de un estudio activo y “no estaban enfermos”.
Mientras dos de ellos treparon a árboles cercanos, el tercero llegó hasta una carretera principal y un cuarto primate escaló el muro, pero parece que se arrepintió y regresó al recinto. Los tres fueron capturados apenas media hora después de su fuga, según la compañía, que insistió en que nadie estuvo expuesto a ningún peligro.
El residente Dorian Reyna, que capturó el video de los trabajadores persiguiendo a los babuinos en Military Drive antes de unirse a la persecución, dijo en una publicación de Facebook que le había preocupado ver “personas con batas y máscaras persiguiendo a un babuino”.
Bernal comentó que estos animales eran “críticos para la investigación biomédica” y agregó que “los babuinos, en particular, han desempeñado un papel importante en el descubrimiento de medicamentos, terapias y vacunas que salvan vidas y han llevado a una mayor comprensión de enfermedades crónicas”.
Sin embargo, los defensores del bienestar animal dicen que desde hace mucho tiempo les preocupa el centro de investigación de Texas.
Kathleen Conlee, quien es Vicepresidenta de Asuntos de Investigación Animal en la Sociedad Protectora de Animales de los Estados Unidos, (HSUS) dijo de acuerdo con Newsweek que una investigación encubierta sobre el TBRI había descubierto que los mandriles se mantenían en “malas condiciones”.
“Realmente estaban como arrojados en un gran corral y no tenían mucho enriquecimiento u oportunidades para participar en un comportamiento natural”, dijo Conlee. “También pensamos que estaban siendo mal alimentados”, añadió.
Los mandriles también se involucraron en un comportamiento destructivo, que incluía herirse entre ellos, arrancarse el pelo y morderse, lo que Conlee dijo que sugería que sus necesidades sociales no estaban siendo atendidas.
La asociación de defensa de animales (PETA) criticó con dureza a la compañía, afirmando que había tenido varios incidentes de fugas de animales y de muertes accidentales los últimos años.
“Texas Biomed expone a riesgo a todo el mundo: a su personal, al público y a los 2,900 primates que tiene en cautividad, por encerrar a animales cuyo deseo es escapar de la pesadilla de los laboratorios”, acusó la organización en un comunicado.
BREAKING: Four baboons briefly escaped hell-on-earth research facility @txbiomed where they’re caged & tortured for experiments. PETA filed a complaint with the feds. https://t.co/27bD9kllVF
— PETA (@peta) 17 de abril de 2018