Rusia ha empezado el proceso para expulsar a trabajadores migrantes norcoreanos de su región de Lejano Oriente con el fin de cumplir con una resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobado en diciembre, dijeron funcionarios el martes.
La resolución, aprobada en respuesta a la prueba que hizo Corea del Norte de un misil balístico a finales de noviembre, declaraba que todos los países debían enviar a los trabajadores migrantes norcoreanos de vuelta a casa en los siguientes 24 meses. Está pensada para cortar el financiamiento al régimen aislacionista de manera que Pyongyang no tenga los recursos para continuar desarrollando su programa de armas nucleares. Se ha reportado que a los trabajadores norcoreanos se los obliga a enviar hasta el 90 por ciento de su salario a Pyongyang. Corea del Norte ha negado la afirmación.
Si Rusia mantiene su promesa de deportar a todos los trabajadores norcoreanos, ello podría significar un golpe importante a las reservas de dinero del país.
“Si Rusia en verdad está aplicando las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y expulsa a los trabajadores norcoreanos, pienso que eso sería de inicio una señal positiva”, comentó a Newsweek Lisa Collins, experta en Corea para el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales. “Si otros países también siguen el ejemplo y expulsan a los trabajadores norcoreanos, esto podría tener cumulativamente un gran efecto en la cantidad total de dinero que el régimen norcoreano obtiene del extranjero”.
Corea del Norte obtiene entre $200 millones y $500 millones de dólares al año de los trabajadores en el extranjero, añadió Collins.
Pero la resolución podría tener simultáneamente un impacto negativo en la economía de Rusia, dicen funcionarios rusos. Rusia está entre los principales empleadores mundiales de trabajadores norcoreanos, y los migrantes norcoreanos tienen un papel importante en la industria de la construcción en el Lejano Oriente ruso. Moscú dio visas de trabajo a por lo menos 24,000 norcoreanos en 2017, según el Ministerio del Interior del país.
El embajador de Rusia ante Corea del Norte, Alexander Matsegora, dijo a los reporteros el martes que hay por lo menos 12,000 trabajadores migrantes norcoreanos solo en la región oriental del Krai de Primorie. Rusia depende del trabajo norcoreano para ocupar empleos de poca paga y peligrosos en la construcción. Un informe del Departamento de Estado de 2017 dijo que los norcoreanos trabajan como esclavos en Rusia y que algunos trabajadores son sujetos a trabajos forzados.
Matsegora afirma que las acusaciones de trabajo forzado son una “tontería rotunda”, pero concedió que los trabajadores chinos no estarían dispuestos a tomar los trabajos de construcción porque la paga es demasiado poca.
El mes pasado, el presidente de la región de Lejano Oriente de Rusia llamó a Moscú para que permitiera que alrededor de 10,000 norcoreanos permanezcan en el país a pesar de las sanciones. Pero Matsegora enfatizó que todos los trabajadores norcoreanos serán expulsados para cumplir con la resolución del Consejo de Seguridad, a pesar de lo que él caracterizó como un “golpe” a la economía rusa.
Aun así, algunos dicen que hay razones para dudar que Rusia cumpla su compromiso.
“Corea del Norte ha enviado trabajadores para que trabajen en campos de tala en Siberia y el Lejano Oriente ruso por décadas, y en años más recientes también ha enviado una cantidad creciente de trabajadores para que se empleen en sectores como la construcción”, contó a Newsweek Daniel Wertz, representante del Comité Nacional de Corea del Norte.
“Hay razones para ser escépticos con respecto a la gravedad del compromiso de Rusia en aplicar estas sanciones”, añadió él. “Incluso si Moscú prohíbe formalmente el empleo de trabajadores norcoreanos, las autoridades rusas finalmente podrían hacerse de la vista gorda ante la práctica”.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek