CuandoBlade Runner llegó a las salas de cine en 1982, el público se maravilló con la visión del director Ridley Scott. Basada en la novela clásica de Philip K. Dick, “¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?”, la cinta contenía elementos futuristas (imaginaba la ciudad de Los Ángeles en 2019, a 37 años en el futuro), pero con una estética claramente anticuada, como unfilm noir de los años 40. Carecía por completo de las superficies lustrosas y pulimentadas de, por ejemplo,2001 (de Stanley Kubrick). En vez de ello,Blade Runner se remontaba a la visión profética deCuando el destino nos alcance (1973), la cual presagiaba una profunda desigualdad económica –utópica para unos pocos, distópica para la mayoría- y el desastre climático (enBlade Runner, la soleada Los Ángeles se ha convertido en un lugar de lluvia ininterrumpida). En el mundo de Scott había autos voladores y robots humanoides (llamados replicantes), aunque también sufría de sobrepoblación, pobreza y calles plagadas de basura, y presentaba una estética de neón evocadora de Tokio.
Blade Runner 2049, la secuela que dirige Denis Villeneuve, se estrena el 6 de octubre y nos obliga a cuestionar: ¿cuán cerca estamos del futuro que imaginó elBlade Runner de Scott para 2019?
¿Una desigualdad económica enorme? Hecho. ¿Cambio climático? Listo. ¿Sobrepoblación? También. ¿Estética japonesa? Quizás no tanto. Pero ¿qué tal los autos voladores, los robots humanoides y la inteligencia artificial? Eso es más complicado.
Autos voladores
Las innovaciones en transporte apuntan, directamente, a Elon Musk, CEO de SpaceX, Tesla, The Boring Company y muchas otras compañías centradas en el futuro. Desde hace tiempo, Musk ha esquivado las preguntas sobre autos voladores con una respuesta estándar que sus seguidores llaman “el chiste de la guillotina”. Al preguntarle si Tesla alguna vez lanzará una versiónhovercraft de su auto eléctrico, Musk suele describir a los peatones “guillotinados” por tapacubos que caen o maquinaria defectuosa que se desploma del cielo. En resumen, le interesan menos los autos voladores que las fuentes de energía sostenibles y el transporte público simplificado. Y por supuesto, nada malo hay en eso.
Roy y Pris, dos replicantes de Blade Runner.WARNER BROS.
No obstante, otros están muy interesados. En 2016, una empresa llamada Terrafugia obtuvo la exención necesaria de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos para desarrollar una “aeronave deportiva ligera”. Y Aeromobil, compañía eslovaca, desveló este año su auto volador de 1.2 millones de dólares, llamado Mónaco. Por lo pronto, estos prototipos parecen aeroplanos con ruedas más que el Spinner policiaco que conduce Harrison Ford enBlade Runner, en su papel como Rick Deckard. El auto de ficción, que utiliza la tecnología de despegue y aterrizaje vertical (VTOL), es bastante similar a los bocetos que presentó la iniciativa para un auto volador respaldada por Toyota y conocida como Cartivator, si bien en este momento son apenas diseños. Otras empresas que usan VTOL en sus prototipos incluyen a HAX, Airbus y Uber, que hace poco anunció su intención de desarrollar taxis voladores.
Sin embargo, el estadounidense promedio no aguarda con impaciencia estos autos. Una encuesta de 2017, a cargo de Sustainable Worldwide Transportation Program, de la Universidad de Michigan, halló que 63 por ciento de los estadounidenses está “muy preocupado” por los peligros que presentarían estos vehículos, y que 83 por ciento preferiría autos VTOL, los cuales despegarán de pistas tradicionales. Así que, ¿autos voladores para todos en 2019? De eso, nada.
Robots humanoides
Estamos muy lejos de los replicantes, cosa que probablemente es muy positiva. Los robots inteligentes de hoy caen en dos categorías: los que intentan reemplazar al obrero humano –los bots que roban empleos y que aparecen en los videos virales de Boston Dynamics-, y aquellos que intentan sustituir a las parejas sexuales como juguetes polifacéticos.
Las muñecas sexuales realistas, como las que ofrece RealDoll, han sido muy populares desde hace años (por coincidencia, Ryan Gosling, estrella deBlade Runner, apareció con una de esas muñecas sexuales, justamente, en la comedia románticaLars y la chica real). Con todo, los robots sexuales como la famosa Pris deBlade Runner (encarnada por Darryl Hannah) distan mucho de hacer su aparición. Los fabricantes están tratando de encontrar una piel sintética que tenga sensación realista, así como genitales que respondan como harían los humanos, con calor y –espeluznantemente- con auto-lubricación. Por otra parte, a los entusiastas les gustaría que sus robots tengan personalidades pre-programadas que les permitan responder al afecto verbal y físico. Vale la pena señalar que los robots sexuales disponibles en burdeles tienden a ser más populares que las trabajadoras sexuales humanas. O tal vez no valga la pena señalarlo.
Como nota informativa, ya está disponible “Pepper”, un modelo de robot acompañante diseñado por SoftBank Robotics, el cual tiene la capacidad de analizar emociones humanas y modificar su conducta según tu estado de ánimo. Hay modelos “Pepper” que ya están trabajando en atención a clientes de establecimientos japoneses selectos; y como novedad (espero), algunas familias los han adoptado para tenerlos en casa.
Inteligencia artificial
“Pepper” demuestra una mera simulación de inteligencia que utiliza un método básico de ingreso/salida de información. Sus sistemas son similares a la inteligencia artificial (IA) que usan Alexa de Amazon, Cortana de Microsoft (ahora, un híbrido IA), o Siri de Apple, y ninguno de esos sistemas sería capaz de derrotar a los detectores de mentiras (o a la máquina “Voight-Kampff”) que utilizan blade runners como Decker para detectar replicantes (las cuales funcionan midiendo la contracción del iris).
Rachel (Sean Young), una replicante de “Blade Runner” diseñada para albergar un feto humano en su útero sintético.WARNER BROS.
Sin embargo, hay innovaciones prometedoras en el horizonte. Este miércoles, Google anunció su Voice Match, un programa incluido en sus sistemas smartphone y domésticos que puede detectar las diferencias en las voces de los miembros de la familia. El Instituto de Tecnología de Massachusetts ha desarrollado un robot que, aunque con limitaciones, puede entender el contexto humano. El sistema IA, llamado ComText, tiene la capacidad de “escuchar” un conjunto de instrucciones complejas del usuario humano, deducir qué solicita realmente el humano, y realizar una tarea con base en esas suposiciones. Neel Patel, deInverse, explica que en ello estriba la diferencia entre decir a un robot que te traiga un artículo de comida preciso de una ubicación cercana y exacta, y pedir al robot: “Búscame algo de comer”. Si le dices “Buenas noches” a tu tecnologíasmarthome de Google, su IA avanzada sabe que debe atenuar las luces y recordarte las citas del día siguiente. No es, exactamente, el monólogo “lágrimas en la lluvia” de Roy Batty, pero es un primer paso muy necesario.
Blade Runner asume que el desarrollo de IA avanzada causará conflictos entre el creador humano y la creación sintética, pero Musk teme que el conflicto pueda consumirnos mucho antes. En respuesta a un comentario del presidente ruso Vladimir Putin –quien señaló que el país que encabece al mundo en tecnología IA reclamará para sí el poder máximo-, Musk tuiteó dos palabras, ominosas y enigmáticas: “Ha empezado”. Más tarde, amplió el comentario, explicando que creía que la carrera por la inteligencia artificial superior es el catalizador que, con mayor probabilidad, precipitará la Tercera Guerra Mundial.
De pronto, la lluviosa y oscura Los Ángeles 2019 de Ridley Scott se antoja de lo más pintoresca.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek