El deshielo no es el único problema para los osos polares. Un nuevo estudio sobre estos animales encontró que su metabolismo es mucho más alto que las estimaciones y no encuentran suficiente alimento para saciarse, un problema que irá en aumento con el calentamiento global.
“Hemos encontrado que los osos polares tienen mucha más demanda energética”, explica Anthony Pagano, biólogo de la Universidad de Santa Cruz en California y autor principal de la investigación publicada en Science. Necesitan cazar muchas más focas, la base principal de la dieta del Ursus maritimus.
Los investigadores siguieron a nueve hembras en el mar de Beaufort, en el Océano Ártico y, a través del análisis de sangre periódicos encontraron que su su metabolismo era 1.6 mayor que lo que investigaciones previas habían encontrado.
“Encontramos un estilo de vida de festín y de hambruna: si se perdían las focas, tenía un efecto bastante dramático sobre ellos”, dijo Pagano.
En un intervalo de entre ocho y 11 días, “cuatro osas perdieron 10% o más de masa corporal” y “una osa no solo perdió sus reservas de grasa, sino también su musculatura” porque no lograron las suficientes presas para satisfacer su demanda energética.
LEE TAMBIÉN: Un antiguo reptil en la Antártida
Las hipótesis precedentes sobre el metabolismo de los osos polares estaban apoyadas en varias presuposiciones falsas: los científicos daban por hecho que su gasto energético era mínimo porque su técnica de caza se basa principalmente en “sentarse y esperar”. También estaban convencidos de que estos mamíferos podían ralentizar su metabolismo si no atrapaban suficientes focas.
El Ártico se está calentando el doble de rápido que el resto del planeta y el deshielo de los glaciares obliga a los osos a recorrer distancias más largas para encontrar focas, su comida favorita.
“El hielo en el Ártico disminuye un 14% cada década, lo que está reduciendo el acceso de los osos polares a sus presas”, subraya el estudio.
La población de osos polares ha caído cerca del 40% en la última década, según el Instituto Geológico de Estados Unidos (USGS).
Pero “ahora tenemos la tecnología para estudiar cómo se desplazan sobre el hielo, sus actividades y sus necesidades energéticas, por lo que podemos entender mejor las implicaciones de estos cambios que observamos sobre el hielo”, sostiene Pagano.