¿Disfrutas comer un buen taco de tuétano? Nuestros antepasados parece que también. Aunque los humanos modernos extraen grasa de los huesos desde hace al menos 28,000 años, un grupo de arqueólogos descubrió que los neandertales ya practicaban esta técnica hace 125,000 años.
“La grasa es un componente vital de la dieta de los cazadores-recolectores, especialmente durante los meses de invierno, cuando los animales están delgados y la carne de caza por sí sola no es suficiente para su sustento. Consumir proteínas magras sin otros nutrientes puede provocar intoxicación proteica, también conocida como ‘inanición del conejo’. Por ello, la grasa de la médula ósea es una fuente nutricional rica en calorías y un complemento importante para una dieta rica en proteínas”, refiere el estudio publicado en Science Advances y retomado por la revista científica Nature.
El tuétano es la médula ósea, una sustancia grasa y esponjosa que se encuentra dentro de los huesos de los animales, especialmente de la res. En la cocina mexicana es un ingrediente muy apreciado y suele comerse asado, en tacos o como parte de guisos. Si bien los neandertales no preparaban recetas elaboradas con él, su forma de obtenerlo se parece mucho a la actual.
“Durante el proceso de desgrasado, los huesos se fragmentaban con martillos de piedra y se hervían para extraer la grasa, que subía a la superficie y podía extraerse tras enfriarse”, explican los investigadores.
LA ALIMENTACIÓN DE LOS NEANDERTALES
Para obtener este hallazgo, el equipo analizó material de Neumark-Nord, cerca de Leipzig, Alemania, un antiguo paisaje lacustre que ha revelado artefactos dejados por humanos y sus antiguos parientes, los cuales datan de hace 400,000 años.
Al final, los arqueólogos recuperaron miles de fragmentos de hueso, así como otros restos y objetos, en una capa del yacimiento con una antigüedad aproximada de 125,000 años, mucho antes de que los humanos modernos llegaran a Europa.
Al analizar estos fósiles se dieron cuenta de que los huesos estaban muy fragmentados y marcados con cortes. A tenor de los autores del estudio, “se extrajeron al menos 172 animales grandes, lo que sugiere una operación a gran escala en la que fueron transportados deliberadamente a la zona. Muchos de los huesos estaban dispersos por el yacimiento, pero encontramos un denso grupo de huesos ricos en médula ósea”, a los que describen como “fábrica de grasa”.
Antes de esta investigación, los autores ya habían sugerido que los neandertales habrían producido grasa, pero faltaban pruebas que sustentaran esta hipótesis.
“La organización social puede ser diferente, la tecnología puede ser diferente, pero la forma en que se vive en un paisaje así para ganarse la vida, sobrevivir y prosperar es absolutamente comparable a la de los cazadores-recolectores modernos”, dice el zooarqueólogo y coautor del estudio, Lutz Kindler.
Además de “tuétano”, la dieta de una comunidad neandertal también tendría un componente vegetal significativo, ya que el equipo encontró evidencia de avellanas y bellotas. Ahora Kindler y su equipo esperan que su artículo estimule más investigaciones sobre cómo los neandertales procesaban y consumían sus alimentos, que hasta ahora han sido “reinos poco estudiados”. N