En un mundo donde la tecnología avanza a velocidad vertiginosa y las experiencias del cliente se han convertido en el diferenciador competitivo más importante, pocos especialistas han logrado fusionar la innovación digital con la sensibilidad humana de manera tan exitosa como lo ha hecho el Dr. Roberto Wuotto desde su base de operaciones en Querétaro, México.
Graduado del prestigioso Programa Internacional Avanzado en Estética y Rehabilitación Oral del NYU College of Dentistry, y certificado en Diseño Digital de Sonrisa por el GIDE Institute de Los Ángeles, Wuotto es también Fellow del International College of Dentists y de la Pierre Fauchard Academy. Con esta formación internacional, ha consolidado una práctica odontológica que trasciende las fronteras tradicionales de la atención dental. Su historia es la de un visionario que supo identificar una oportunidad única en la intersección del turismo médico, la tecnología de vanguardia y la psicología humana.
Desde el legado familiar de una clínica fundada por su padre hace más de cuatro décadas, hasta la creación de Smile Project México—una empresa registrada en Estados Unidos que atrae pacientes americanos y latinos a una experiencia transformadora de “sonrisa y vida”—la trayectoria de Wuotto ilustra cómo un profesional puede evolucionar de prestador de servicios a arquitecto de experiencias.
En esta conversación exclusiva con Newsweek en Español, exploramos cómo este innovador mexicano está desafiando los paradigmas establecidos en la odontología estética, mientras construye puentes entre la innovación digital y la conexión emocional.
—¿Cómo define la “odontología emocional”?
Dr. Wuotto: La odontología emocional surge de una premisa fundamental: no basta con alinear dientes, hay que alinear emociones. En el mundo empresarial actual, donde la experiencia del cliente determina el éxito o fracaso de cualquier negocio, nosotros hemos aplicado esta filosofía a un sector tradicionalmente técnico y, francamente, temido por muchos.
Cuando fundé el Emotional Dentistry Project, tenía una idea radical en mente. Cada tratamiento debe ser una experiencia transformadora, no solo física sino emocional. Creemos que “una sonrisa bien hecha es una llave que abre puertas internas”, y esto se traduce directamente en valor comercial. Un cliente que vive una transformación emocional positiva se convierte en el mejor embajador de marca que puedes tener.
—¿Cómo logra integrar turismo médico con tecnología avanzada manteniendo rentabilidad?
DW: El secreto está en entender que el lujo ya no está en gastar más, sino en vivir más. Nuestro modelo es simple pero poderoso: diagnóstico previo a distancia, vuelo a Querétaro, hotel cinco estrellas, transporte privado, experiencias turísticas y culinarias, y una sonrisa nueva en tres a cinco días, acompañada siempre de atención personalizada.
La clave está en la eficiencia operativa. Tenemos tecnología CAD-CAM, escáneres intraorales de última generación y nuestro propio laboratorio dental digital. Esto nos permite ofrecer transformaciones rápidas sin comprometer la calidad. Además, Smile Project México es socio estratégico del Cluster Queretano Médico y de Salud AC—donde el doctor Alfredo Gobera preside la comisión de turismo médico del estado de Querétaro—y con quienes tenemos convenios de promoción turística que fortalecen nuestra propuesta integral.
Sumado a nuestros acuerdos con las principales financieras de Estados Unidos que facilitan el acceso a través de créditos cómodos, para muchos esta transformación ya no es un lujo. Es una posibilidad real.
—¿Cómo ha impactado la tecnología láser LiteTouch en su propuesta de valor?
DW: Fui uno de los primeros en México en integrar completamente el sistema láser LiteTouch en la práctica clínica. Esta tecnología ha revolucionado literalmente la experiencia del paciente. Podemos realizar procedimientos quirúrgicos, protésicos y restaurativos—incluyendo la eliminación de caries—con mínima o incluso nula necesidad de anestesia.
La filosofía es clara: en el consultorio no debe haber dolor. Esto no es solo una cuestión de comodidad; es una ventaja competitiva fundamental. Cuando un paciente asocia tu marca con una experiencia libre de dolor y estrés, la lealtad se vuelve automática. El láser LiteTouch minimiza el sangrado, acelera la cicatrización y permite tratamientos más conservadores, reduciendo significativamente la ansiedad del paciente. Incluso cuando se requiere anestesia, utilizamos tecnología de anestesia computarizada para garantizar una aplicación suave y prácticamente imperceptible.
—¿Cómo está escalando su metodología internacionalmente?
DW: Desde 2019 dirijo el Master Esthetic Program en Krusevac, Serbia, donde he formado doctores de distintos países europeos. Mi programa Digital Veneers Immersion condensa en solo tres días todo lo necesario para transformar sonrisas con carillas cerámicas mediante tecnologías digitales avanzadas.
La escalabilidad viene del conocimiento, no solo de la infraestructura física. He desarrollado protocolos sistemáticos que pueden replicarse globalmente. Mis programas en México, Estados Unidos y Europa me han posicionado como una voz influyente en el campo, pero más importante, han creado una red de profesionales que comparten esta visión de odontología emocional y tecnológicamente avanzada.
—Su laboratorio digital sirve a otros odontólogos. ¿Es diversificación o parte de una visión mayor?
DW: Es parte de una visión más amplia. El laboratorio no solo fabrica restauraciones con exactitud milimétrica; se ha convertido en un centro de formación donde técnicos y dentistas vienen a aprender sobre fresado, diseño CAD y caracterización cerámica. Para mí, compartir conocimiento es parte de mi filosofía para elevar el nivel de la odontología en México.
Esto también crea múltiples flujos de ingresos. Ofrecemos servicios digitales a otros odontólogos del país, desde coronas personalizadas hasta carillas cerámicas de alta estética. Todo diseñado con la misma pasión y tecnología que implemento en mi propia práctica. Las cerámicas se fabrican rápidamente y con precisión, permitiéndome dar el toque final a cada restauración con cerámica líquida.
—¿Qué tendencias ve en la odontología estética para los próximos cinco años?
DW: Veo tres tendencias fundamentales. Primera, la completa digitalización de los procesos, desde el diagnóstico hasta la fabricación de restauraciones. Segunda, la integración de inteligencia artificial para personalizar tratamientos basados en análisis facial y emocional. Y tercera, la expansión del turismo médico odontológico como una industria madura.
La pandemia aceleró la adopción de tecnologías digitales y cambió las expectativas del paciente. Ahora buscan experiencias integrales, no solo tratamientos. Querétaro tiene una posición privilegiada para liderar esta transformación en Latinoamérica. No solo es una de las ciudades más seguras y vibrantes de México; se está convirtiendo en la capital de sonrisas con firma de autor.
—¿Qué lecciones extraería para emprendedores que buscan innovar en sectores tradicionales?
DW: La innovación real ocurre cuando combinas tecnología de punta con comprensión profunda de la experiencia humana. No basta con tener la mejor tecnología si no entiendes las emociones de tu cliente. En mi caso, cada procedimiento inicia con una conversación, no con una turbina.
Además, es crucial pensar globalmente desde el inicio. Mi formación en Nueva York y Los Ángeles, combinada con mi base en México, me ha dado una perspectiva única. No veas las fronteras como limitaciones, sino como oportunidades para crear propuestas de valor diferenciadas.
Finalmente, nunca subestimes el poder de la educación y la formación. Al enseñar mi metodología a otros profesionales, no solo elevo el estándar de la industria, sino que consolido mi posicionamiento como líder de pensamiento. Es una inversión a largo plazo que siempre da frutos.

—¿Cuál es su visión final para sus empresas?
DW: Mi visión es que Querétaro se convierta en el destino mundial de referencia para odontología emocional y estética. Que cuando alguien en Nueva York, Madrid o Los Ángeles quiera transformar su sonrisa, automáticamente piense en volar al corazón de México. Desde esta ciudad maravillosa donde la historia colonial convive con la revolución tecnológica, estamos redefiniendo la odontología moderna.
Estamos construyendo algo más grande que una clínica o un negocio: un nuevo estándar que combina arte, ciencia y emoción. Este modelo ha resonado especialmente entre pacientes residentes en Estados Unidos, quienes encuentran aquí odontólogos que hablan su idioma, y la calidez humana y empatía que buscan.
Así que si estás leyendo esto desde cualquier rincón del mundo y sientes que tu sonrisa aún no refleja lo mejor de ti, quizá sea momento de descubrir por qué miles han elegido Querétaro.
Porque aquí las sonrisas no se fabrican: se esculpen con un compromiso con la excelencia que marca la diferencia. N
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