El comportamiento de los precios en Baja California durante mayo de 2025 evidencia una fuerte disparidad regional. Según el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) del INEGI, Tijuana registró una inflación anual de 6.15% en la primera quincena de mayo, la más alta entre las 55 ciudades monitoreadas. En contraste, Mexicali reportó una inflación de 2.79%, colocándose en el tercer lugar nacional con la tasa más baja, solo por debajo de Huatabampo, Sonora (2.7%) y Culiacán, Sinaloa (2.77%).
Tijuana: la ciudad con mayor inflación del país
El caso de Tijuana destaca por su distancia frente al promedio nacional, que fue de 4.22% en el mismo periodo. Entre los principales factores que explican este aumento sobresale el incremento anual de más del 11% en las tarifas de electricidad residencial, debido a que Tijuana no es beneficiaria del subsidio federal de temporada cálida. Este encarecimiento energético tuvo un efecto directo en el índice general de precios de la ciudad, afectando tanto a hogares como a sectores comerciales y de servicios.
Además, Tijuana experimentó presiones sostenidas en rubros como alimentos, transporte, salud y vivienda. La combinación de una alta demanda de servicios, un mercado inmobiliario dinámico y el contexto fronterizo —con fuerte exposición a dinámicas económicas ligadas al dólar— contribuyó a mantener elevados los costos de vida en la ciudad.
Mexicali: tercera ciudad con menor inflación en el país
En el otro extremo, Mexicali registró una de las tasas de inflación más bajas del país, beneficiada directamente por el subsidio de temporada cálida, que redujo en casi 18% la tarifa eléctrica residencial a partir del 1 de mayo. Este ajuste provocó una caída inmediata en los precios energéticos locales, lo cual tuvo un impacto positivo en el índice inflacionario general.
Adicionalmente, Mexicali mostró menores presiones en los precios de alimentos y ciertos productos de temporada incluso disminuyeron, favorecidos por la cercanía con zonas agrícolas y la oferta regional. Esta estructura local, junto con el menor costo de servicios públicos, ha permitido a la ciudad contener el impacto inflacionario que afecta a otras regiones del país.
Una misma entidad, dos realidades económicas
El caso de Tijuana y Mexicali muestra cómo los factores locales —como los subsidios específicos, la estructura productiva, la dependencia energética y las condiciones de mercado— pueden generar resultados radicalmente distintos dentro de una misma entidad federativa. Mientras que Tijuana enfrenta la inflación más alta del país, Mexicali logra mantenerse como una de las ciudades con mejor control de precios.
Este contraste no solo ilustra la complejidad económica de la región fronteriza, sino que también plantea desafíos importantes para el diseño de políticas públicas más sensibles a las particularidades de cada ciudad.N