Con el lema “Adicciones: un causal en las afectaciones de la salud mental”, el Hospital de Salud Mental de Tijuana A.C. inauguró las jornadas de su 17 aniversario, abriendo un espacio de reflexión urgente sobre uno de los principales factores que alteran el bienestar psicológico en la región: el consumo de sustancias desde edades cada vez más tempranas.
Durante el evento, que reunió a especialistas, autoridades municipales, estudiantes y ciudadanía interesada, el director del hospital, José Francisco Bustamante Barragán, destacó el papel de la institución como referente binacional en atención psiquiátrica. En 17 años, se han brindado más de 60 mil servicios, incluyendo consulta externa, terapias e intervenciones hospitalarias, consolidando al hospital como punto clave en la red de salud mental del noroeste de México.
“Más que prohibir, se trata de mentalizar a los menores. Enseñarles a reconocer sus emociones, a hablar de ellas. La solución está en la conciencia, no en la represión”, dijo el psiquiatra José Trinidad Chávez Valencia, al advertir sobre el incremento del consumo de cannabis, cristal y alcohol entre adolescentes de Baja California.
Cannabis y cristal: las sustancias más consumidas en la frontera
Uno de los focos de alerta es la normalización del consumo de cannabis en menores de apenas 12 años, un fenómeno agravado por factores sociales como el abandono familiar, la deserción escolar y la pobreza. Pero también preocupa el uso de sustancias como cristal y alcohol, con un alto índice de dependencia y consecuencias devastadoras en el desarrollo emocional de los jóvenes.
El doctor Chávez Valencia enfatizó que muchas veces, la única señal de consumo está en los cambios de comportamiento: aislamiento, bajo rendimiento escolar, o pérdida de interés por actividades sociales. Por ello, insistió en la importancia de la psicoeducación familiar, y de generar espacios seguros donde niñas, niños y adolescentes puedan expresar lo que sienten sin miedo a represalias.
Un llamado a la corresponsabilidad social
La inauguración de las jornadas también contó con la participación de regidores del Ayuntamiento de Tijuana, representantes del Instituto Municipal Contra las Adicciones, del Instituto Municipal de la Mujer y del Consejo Ciudadano, quienes coincidieron en que el combate a las adicciones debe ser integral y constante, no solo desde las instituciones, sino desde la comunidad y el núcleo familiar.
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A 17 años de su fundación, el Hospital de Salud Mental de Tijuana enfrenta una realidad más compleja que nunca, pero también más consciente. Las jornadas continúan con ponencias y talleres que buscan crear puentes entre la ciencia, las políticas públicas y la ciudadanía, con un objetivo claro: prevenir desde el conocimiento, no reaccionar desde la crisis. N