Un ambicioso proyecto en Centroamérica busca competir directamente con el famoso Canal de Panamá, clave para el comercio internacional. Este desarrollo, valorado en 18,776 millones de dólares, ha llamado la atención de Donald Trump, quien asume su segundo mandato como presidente de Estados Unidos y durante varias intervenciones públicas ha llamado a retomar el control de la principal vía interoceánica de las Américas.
Un golpe geopolítico y económico
El proyecto, conocido como canal seco, pretende conectar los océanos Pacífico y Atlántico mediante una extensa red de carreteras, ferrocarriles y centros logísticos avanzados. Según información de la Cadena SER, este corredor de infraestructura uniría los principales puertos del Pacífico, como La Unión (El Salvador), Henecán (Honduras) y Corinto (Nicaragua), con los centros logísticos del Caribe en Puerto Cortés (Honduras) y Puerto Barrios (Guatemala).
Retos e incertidumbres
Aunque la iniciativa promete ser una revolución en el comercio regional, también enfrenta críticas y desafíos. Los principales puntos de preocupación incluyen el impacto ambiental de la obra y los retos para reunir la financiación necesaria. Este megaproyecto surge en un momento en el que otros países del área están apostando por infraestructuras similares, convirtiendo a Centroamérica en un terreno de competencia estratégica.
¿Y México cómo va con el Corredor Interoceánico?
El Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT) se posiciona como un proyecto clave para el desarrollo económico y social del sur-sureste de México. Este ambicioso plan busca modernizar las infraestructuras ferroviarias y portuarias, con el objetivo de convertir al país en un referente de conectividad multimodal.
El CIIT no busca competir directamente con el Canal de Panamá, cuyo enfoque es exclusivamente logístico. Según Carlos Sedano Rodríguez, del CIIT, el corredor se centra en atraer mercancías para su procesamiento y exportación como productos terminados. Con una inversión federal de 120,000 millones de pesos y 315 kilómetros de vía operativa, se espera alcanzar los 100,000 contenedores anuales en tres años, frente a los actuales 9,000.
Aunque sus ingresos diarios estimados (8-10 millones de dólares) representan menos del 10% de los del Canal de Panamá, el CIIT aspira a generar un impacto económico sostenido y diversificado en la región.
De los 10 polos industriales previstos, siete ya han sido licitados a la iniciativa privada, marcando el inicio de un esperado dinamismo económico. El proyecto promete consolidarse como un eje estratégico para el comercio y la conectividad en México y el mundo.
La mirada de Donald Trump
El presidente Donald Trump ha mostrado interés en este tipo de iniciativas como parte de su agenda económica y geopolítica, destacando la importancia de fortalecer los corredores comerciales que conectan a Estados Unidos con América Latina. Su apoyo podría influir en el futuro de este canal seco y en su viabilidad como una alternativa al Canal de Panamá. N