Frases como “¿Tu piel necesita un respiro?”, “Perfila tu rostro sin cirugía” y “Luce más hermosa” inundan las redes sociales. En clínicas y spas de todo el mundo los términos radiofrecuencia, láser fraccionado y bioestimulación con factores de crecimiento ganan protagonismo entre quienes buscan alternativas modernas para el cuidado de la piel. Estos procedimientos comparten un propósito esencial: retrasar el envejecimiento promoviendo la producción de colágeno y restaurando la elasticidad natural. Todo sin tijeras ni bisturí, pues solo se utiliza tecnología avanzada.
Atrás quedaron los días en que enfrentar el envejecimiento significaba invariablemente someterse a operaciones. Hoy las alternativas no invasivas son la elección predilecta por quienes desean resultados efectivos sin riesgos ni largos periodos de recuperación. Al contrario de lo que sucede en La muerte te sienta bien (1992), una comedia negra dirigida por Robert Zemeckis que combina humor ácido, toques sobrenaturales y una mordaz crítica a la obsesión por la belleza eterna, las terapias innovadoras buscan algo más realista: ayudar a las personas a sentirse cómodas con su imagen.
Una de las terapias estrella es ultherapy. De acuerdo con el Instituto Médico Ricart, es un tratamiento no quirúrgico aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA en inglés) para levantar y tensar la piel del rostro y cuello, y a la que se sometió Julieta, una mujer de 34 años.
LA PROMESA DE LUCIR UN ROSTRO MÁS FIRME Y LUMINOSO
Periodista y madre de una niña pequeña, Julieta —nombre para ocultar su identidad— no buscaba borrar su pasado, sino preservar su presente, pero bajo un rostro luminoso. Hace tres años tuvo a su primera hija. Desde entonces las noches sin dormir, la falta de tiempo para hacer ejercicio y la escasa hidratación, producto de las demandas de la maternidad, comenzaron a pasar factura. Su tez empezó a perder firmeza y brillo.
“Desde que nació mi hija hace tres años siento que perdí la luminosidad en mi rostro; considero que responde a diversos factores químicos y biológicos, desde desveladas hasta dejar de lavarte el rostro porque estás muy cansada. Soy una persona joven, además tengo una genética muy privilegiada porque todas las mujeres de mi familia se ven más jóvenes de lo que son realmente, pero incluso así yo lucía sin luz”, relata en entrevista con Newsweek en español.
A pesar de haber probado una rutina de skincare (cuidado facial) a rajatabla, nada surtía efecto. Entonces decidió someterse a la terapia ultherapy. En palabras de Julieta, desde el primer minuto observó grandes cambios: una piel más hidratada y radiante.
“Probé mil cremas; todas las promesas del mundo dermatológico. Al minuto uno noté cómo mi cara empezó a ser más firme, a estirarse de nuevo. Me siento bastante bien, pero falta ver cuáles son los resultados a largo plazo porque supuestamente el mayor efecto se observa al mes. No quería nada invasivo. No quiero ser otra persona, solo que mi rostro sea una versión más descansada de mí misma”, dice con una sonrisa que revela sus expectativas.
GENÉTICA, UN TEMA SIGNIFICATIVO PARA RETRASAR EL ENVEJECIMIENTO
Existen distintas razones para lucir una tez opaca y desvitalizada, en parte por la falta de yoga facial, la cual rejuvenece, relaja y libera estrés acumulado, según una cosmiatra y dueña de un spa en Culiacán, Sinaloa, bajo perfil de anonimato. Sobre los factores a considerar para recomendar un “tratamiento antienvejecimiento”, responde: “Para todos hay una solución, entonces debemos hacer una valoración de qué requiere la persona, su tipo de piel, estilo de vida y, sobre todo, genética”.
Sin embargo, la edad ideal es a partir de los 30 años cuando comienza a disminuir la producción de colágeno y regeneración de la piel. “Me ha tocado casos en donde los pacientes invierten enormes cantidades de dinero en sus tratamientos y no tienen resultados tan significativos por el tema genético. El envejecimiento pasa porque no utilizamos desde que nacemos todos los músculos faciales, entonces músculo que nosotros no usamos es vencido, particularidad no frecuente en Asia, donde activan la circulación de esta zona del cuerpo”, pormenoriza la cosmiatra, quien también labora en el Hospital Español de México.
En cuanto a ultherapy, explica que es una terapia HIFU (ultrasonido focalizado de alta intensidad). El nombre es una marca, agrega en entrevista, pero la tecnología consiste en dar calor a las capas internas de la piel a fin de crear una microlesión para que el cuerpo estimule la producción de colágeno y las fibras de elastina; su nombre real es ultrasonido microfocalizado.
¿SE PUEDE RETRASAR EL ENVEJECIMIENTO CON ULTHERAPY?
El nivel de dolor es moderado: hay una sensación de calor, hormigueo y sensibilidad al tacto, pero soportable por la anestesia tópica. El tiempo para realizar este procedimiento es de 40 minutos a dos horas. Las recomendaciones posteriores son no asolearse ni hacer ejercicio durante 48 horas y mantenerse hidratado.
“Es no invasiva porque pones todo tu cuerpo a trabajar. Le digo a mis pacientes: ‘Es un engaño al organismo. Lo estás lastimando y él se autorrepara’. No hay riesgos asociados, pero sí deben comentarnos cuando, por ejemplo, tienen alguna enfermedad como diabetes porque no pueden cicatrizar rápido”, refiere vía telefónica.
A tenor de Doctoralia, una plataforma líder mundial que conecta profesionales de la salud con pacientes, ultherapy tiene un costo aproximado de entre 19,000 y 25,000 pesos por sesión. Recomendado una vez al año o cada dos, en función del estado de la piel, puede variar en precio dependiendo de la región y zona del cuerpo a tratar. No obstante, hay una amplia gama de tratamientos estéticos no quirúrgicos igualmente efectivos. ¿Cuáles son los que gozan de mayor popularidad entre los usuarios?
Según el portal de estadística en línea Statista, en 2022 los principales procedimientos fueron las inyecciones de toxina botulínica, con nada menos que 9.2 millones de intervenciones, seguido por el ácido hialurónico (4.3 millones) y el peeling químico (844,616), pero ¿qué dicen los expertos?
TERAPIAS CON ENERGÍA
De acuerdo con Rodrigo Merino Arellano, especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva de TecSalud, por su evidencia científica las terapias con energía (realizadas con aparatología) resultan eficaces para retrasar el envejecimiento y corregir otros signos. Concretamente, son cuatro tecnologías que han vencido la barrera del tiempo y llevan años en el mercado:
- HIFU: consiste en la aplicación de un haz de ultrasonido de alta frecuencia y energía en la piel para remodelar su tejido mediante ablación térmica. La máquina emite energía ultrasónica. Aumenta la temperatura de la zona tratada, localizando el calor a unos 4.5 milímetros de la epidermis.
- Radiofrecuencia: la producción de colágeno se consigue mediante la aplicación de ondas electromagnéticas que penetran las capas de la dermis, elevando la temperatura.
- Terapias con luz láser: igual estimula el colágeno al dirigir haces de luz hacia áreas con imperfecciones e irregularidades como arrugas, cicatrices de acné, manchas y verrugas.
- Fotobiomodulación: es el empleo de láseres de baja potencia u otras fuentes de luz de baja intensidad para conseguir efectos bioquímicos (intracelulares) y no efectos térmicos (de destrucción).
Ante el auge de los tratamientos faciales para mantener una apariencia joven, existen consultorios y centros que realizan tratamientos estéticos, pero sin contar con la certificación necesaria y en donde frecuentemente se incurre en casos de negligencia médica. En ese sentido, en 2022, senadores presentaron una iniciativa de reforma a la Ley General de Salud para establecer que quienes realicen este tipo de prácticas sean profesionales de salud que tengan un título o certificado de especialidad que los faculte para ejercer.
“Son básicamente tres áreas de la medicina: cirujanos plásticos, dermatólogos y médicos estéticos”, comenta Merino Arellano en conversación con Newsweek en Español.
INNOVACIONES EN EL MERCADO
—¿Cómo se comparan en costo-beneficio las terapias sin cirugía con opciones invasivas? —le preguntamos.
—Varía según la geografía de la ciudad y la calidad de las máquinas, pero es importante aclarar que no son caminos separados. Hay quienes no consideran para nada una intervención quirúrgica por temas económicos, morales, etcétera, pero cuando tenemos estas opciones no es elegir una u otra. Cuando operamos retiramos excedentes de piel, agregamos volumen, rellenamos espacios, pero los tejidos siguen siendo los mismos. El hecho de que un paciente se opere no quiere decir que no vaya a necesitar algún tratamiento para que la piel se conserve por más tiempo y tenga más durabilidad el resultado de la cirugía; entonces son complementarios.
—¿Hay alguna novedad tecnológica o tratamiento en el mercado que sea especialmente prometedora?
—Los polinucleótidos y exosomas son terapias celulares, es decir, las células van a generar distintos mensajes a otras para también producir colágeno y retrasar las señales de envejecimiento que tenemos programadas genéticamente. Los exosomas ya se venden y usan de forma comercial.
A voz del doctor, actualmente se ha observado que ciertos tipos de células, específicamente las mesenquimales o pluripotenciales, están generando resultados interesantes en el ámbito antiedad. Estas células pueden extraerse de diferentes fuentes del cuerpo humano, como el cordón umbilical y los fibroblastos, que son las células responsables de producir colágeno. A partir de ellas es posible obtener exosomas, que también se derivan del tejido adiposo.
“Hay diferentes tipos de colágenos, pero digamos que el rejuvenecedor es el uno. La presentación de los exosomas es un suero y se aplica ya sea en inyecciones o microagujas debajo de la piel. En cuanto a los polinucleótidos son componentes del ADN que estimulan la reparación celular. Hasta donde conozco todavía no hay presentaciones comerciales”, concluye. N