La generación Z es una de las más diversas hasta ahora, tanto étnica como culturalmente. Tienden a ser más abiertos y tolerantes en temas de identidad de género, orientación sexual, incluso en salud mental. En ese tenor, una nueva encuesta demostró que, en cuanto a una vida sexual más satisfactoria, los centennials (generación Z) lideran sobre otras generaciones.
Los datos recopilados por Talker Research, en septiembre, revelaron que los centennials son la generación más satisfecha respecto al sexo. El estudio encuestó a 2,000 personas sexualmente activas de diferentes grupos de edad y descubrió que 52 por ciento de los encuestados nacidos entre 1997 y 2006 afirmaron estar “muy bien” con sus experiencias sexuales actuales.
La cifra es superior a la de cualquier otro grupo generacional: los millennials se quedan atrás con un 50 por ciento y los baby boomers con un 45 por ciento. Los boomers incluso superan a la generación X, los nacidos entre 1965 y 1980, en un 3 por ciento.
“Los resultados desafían la narrativa de la recesión sexual frecuentemente asociada con la generación Z”, comentó a Newsweek la investigadora y estratega cultural, Anastasiia Fedorova.
Contrario a esta narrativa, que implica que las personas más jóvenes tienen menos relaciones sexuales, el enfoque de la generación Z parece ser un poco más lento e intencional. “El mito de la ‘recesión sexual’ ha perseguido a los centennials durante un tiempo, pero parece que para ellos no se trata de cantidad, sino de calidad del sexo. Están interactuando con la intimidad de una manera más matizada”.
NUEVAS FORMAS DE ESTABLECER CONEXIONES
A diferencia de las generaciones anteriores, que pueden haber enfatizado los encuentros casuales, Fedorova argumentó que la generación Z otorga mayor importancia a las conexiones significativas y la satisfacción personal.
“Este deseo de mayor compromiso y autenticidad les permite tener una mejor comunicación en lo que respecta a sus necesidades y deseos. En combinación con un mayor conocimiento del discurso positivo sobre el sexo, en última instancia ayuda a tener una vida sexual más satisfactoria”, apuntó Fedorova.
Parte de este cambio generacional en las actitudes hacia el sexo y la intimidad se debe a la mentalidad de “lo digital primero”. Fedorova destacó cómo crecer con internet expuso a la generación Z a una gran cantidad de información sobre sexo, relaciones e identidad.
“Por supuesto, no todo es positivo, pero les permitió adquirir una comprensión más profunda de lo que les podría interesar personalmente. El acceso a perspectivas diversas ha permitido a las personas explorar sus deseos y necesidades sexuales con más confianza”.
El panorama digital de la generación Z también ha dado lugar a nuevas formas de establecer conexiones. Fedorova puso como ejemplo los “documentos de citas”: perfiles de citas que se parecen a anuncios personales en periódicos y comunidades en línea donde las personas se conocen a través de intereses compartidos.
Estas alternativas reflejan un alejamiento de las aplicaciones de citas tradicionales, especialmente en una época en la que las aplicaciones de citas están en extinción.
LA GENERACIÓN Z LIDERA EN VIDA SEXUAL
Si bien la generación Z lidera en satisfacción sexual, otras generaciones, especialmente los millennials, también reportaron altos niveles de satisfacción. Un 30 por ciento de los encuestados de la “generación silenciosa”, los nacidos entre 1925 y 1945, señalaron que estaban “muy satisfechos”, una cifra comparable a los niveles de los baby boomers, que fueron del 45 por ciento.
Sin embargo, esta generación también tuvo la mayor proporción de encuestados que aseguraron estar “muy insatisfechos” con su vida sexual, un marcado contraste con los niveles de insatisfacción más bajos entre las generaciones más jóvenes.
Los resultados sugieren que la generación Z está a la vanguardia en términos de satisfacción sexual, en parte gracias a su enfoque multifacético de la conexión. A medida que sus relaciones digitales y del mundo real colisionan, queda por ver si el enfoque progresista de los centennials hacia el sexo podría influir en las ideas de intimidad de otras generaciones. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)