Actualmente existe en el mundo evidencia científica sólida que comprueba que el vapeador es la herramienta más efectiva para que los fumadores de cigarros convencionales dejen de fumar, sobre todo cuando estos se combinan con programas profesionales de apoyo. Con la misma certeza científica también se sabe que, para el fumador, vapear es sustancialmente menos dañino que fumar.
Cambiar al vapeo tiene una lógica científica sustancial, pues el vapeador tiene el potencial de reducir significativamente la exposición a toxinas de los cigarros de combustión que pueden causar daños importantes en la salud como cáncer, enfermedades pulmonares, infartos cardiacos y accidentes cerebrovasculares.
En el contexto del fumador habitual habría que recalcar que estas enfermedades no son causadas por la nicotina, ya que se ha comprobado que es relativamente inofensiva para la salud. Es importante garantizar que los vapeadores estén disponibles para los fumadores dentro de una campaña integral de salud. Esto implicaría, como ya sucede de forma comprobada y recurrente en otros países como en el Reino Unido, un soporte vital para que estas personas puedan tener más alternativas para dejar de fumar y bajar su riesgo de daño a la salud.
EL VAPEADOR NO ES PARA NIÑOS NI ADOLESCENTES
Sin embargo, en el otro lado de la moneda vapear no se recomienda para niños o adolescentes, ni tampoco para no fumadores debido a que, para los que no han fumado cigarros convencionales, vapear conlleva riesgos de daños a la salud y una adicción en el futuro.
En mayo de 2023, el reporte sobre el uso de cigarros electrónicos entre los jóvenes del Reino Unido realizado por la asociación civil Acción sobre el Tabaquismo y la Salud (ASH) demostró que el número de niños y adolescentes que usan vapeadores se había triplicado en los últimos tres años, evidenciando que 20.5 por ciento de los adolescentes habían probado el vapeador.
De igual forma, según la misma encuesta sobre comportamiento y actitudes de los jóvenes de Irlanda del Norte de 2022, 21.3 por ciento de los jóvenes de 11 a 16 años informaron haber usado alguna vez un cigarro electrónico.
A consecuencia del creciente uso de vapeadores por parte de los adolescentes, en un ejercicio realmente democrático de salud las autoridades se vieron en la tarea de consultar a los ciudadanos sobre varias propuestas en relación con la prevención del vapeo juvenil.
ACCIONES REGULATORIAS PARA ENFRENTAR EL VAPEO JUVENIL
En la encuesta se preguntó sobre el restringir sabores, regular los puntos de venta al público, la presentación de los productos (considerando restringir el suministro y la venta de vapeadores desechables) y si las regulaciones deberían extenderse a los vapeadores sin nicotina tomando medidas sobre la asequibilidad de estos, entre otras.
La consulta estuvo abierta durante ocho semanas, del 12 de octubre al 6 de diciembre de 2023. En total, se recibieron 118,756 respuestas, de las cuales se analizaron 27,921 útiles.
Los resultados de la consulta mostraron un amplio apoyo de los británicos a la propuesta de cambiar la edad de venta, pretendiendo que a cualquier persona nacida a partir del 1 de enero de 2009 nunca se le vendan legalmente productos de tabaco.
Los participantes también mostraron un fuerte apoyo a la prohibición de venta y la necesidad de cambiar o actualizar los avisos de advertencia de estos productos.
Adicionalmente, para hacer frente al evidente aumento del vapeo entre jóvenes, el gobierno del Reino Unido ya prepara acciones regulatorias para elaborar leyes dirigidas a restringir los sabores de los vapeadores, sus presentaciones, así como restringir el cómo se muestran en las tiendas, entre otras. Se espera que estas acciones puedan mitigar el impacto negativo que tiene el vapeo juvenil con la garantía de que los vapeadores sigan ayudando a los fumadores adultos a dejar de fumar.
¡URGE UNA REGULACIÓN!
Así como el gobierno del Reino Unido y sus administraciones descentralizadas tienen el deber de proteger a los adolescentes de los posibles daños asociados con el vapeo, también esperaríamos de nuestras autoridades acciones propositivas urgentes para proteger a nuestros adolescentes, brindando a su vez alternativas más seguras para los fumadores.
Es claro ahora que, por sí sola, la actual prohibición de venta y comercialización del vapeador y productos alternativos de tabaco por parte de las autoridades de salud en México no resuelve en absoluto el problema al que nuestros jóvenes están expuestos.
Sin regulación, nuestras autoridades prácticamente se deslindan de su responsabilidad respecto a la protección a la salud de los jóvenes, fomentando de forma directa la venta ilícita de vapeadores por parte del mercado negro, promoviendo así el consumo desproporcionado de vapeadores entre los adolescentes mexicanos. N
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Christian Heinrich Henonin es maestro en Salud Pública Internacional y médico catedrático, investigador y consultor en salud. Firmante de la carta enviada a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) donde él junto con varios médicos manifestó la necesidad de regular los cigarros electrónicos basándose en evidencia científica y en la experiencia de otros países y argumentando además que las políticas públicas que ofrecen la prohibición como única respuesta han probado, una y otra vez, ser costosas y socialmente ineficientes e ineficaces. También es firmante del principio de reducción de daños asociados al tabaquismo impulsado por la Red Latinoamericana por la reducción de Daños Asociados al Tabaquismo (RELDAT).